Obispo holandes critica el sínodo por promover el panteismo y hacer a jesús un "hippie"
El ob. Robertus Mutsaerts: "El Sínodo del Amazonas considera que abrazar a los árboles es una forma más elevada de espiritualidad
VATICANO (ChurchMilitant.com) - Un obispo holandés condena el Sínodo del Amazonas por intentar convertir la fe católica en una "nueva religión", al "abrazar el panteísmo" y reconocer la "superstición pagana como fuente de revelación". El obispo Robertus Mutsaerts de Hertogenbosch en los Países Bajos ha descrito el documento de trabajo del "Sínodo amazónico" como una promoción del "eco-socialismo, cambio climático, ecumenismo, viri probati y la ordenación de mujeres".
Hay una "sola mención de Jesús" en el documento de trabajo del sínodo, escribió en una publicación del jueves en su blog, "pero no como Hijo de Dios y Salvador", sino como "Jesús el filósofo, revolucionario e hippie". No hay una palabra sobre la obra de la redención de Jesús o sobre el arrepentimiento.
El obispo auxiliar de la ciudad del sur de Holanda, conocido coloquialmente como Den Bosch, fue noticia cuando rechazó la invitación para asistir al Sínodo Juvenil de octubre en 2018 debido a las acusaciones de Carlo Maria Viganò sobre la corrupción en la jerarquía de la Iglesia.
Al negar la revelación divina y reconocer la superstición pagana como una fuente de revelación, el obispo afirma que el sínodo está traicionando "la obra única de salvación de Cristo" y diciendo que hay "formas alternativas que conducen a la salvación". Esto hace que Jesús sea "uno de los muchos" y "quite a la Iglesia de su identidad como siempre se ha entendido", aclara el obispo.
De hecho, "no hay una palabra sobre la obra de la redención de Jesús o sobre el arrepentimiento". La santidad se malinterpreta y "abrazar los árboles se considera [una] superior [forma de espiritualidad]", escribe Mutsaerts.
El obispo, cuya intervención evitó que los medios holandeses explotaran el caso de una pareja de lesbianas que buscaba el bautismo de su hijo, advirtió al Papa Francisco por su inacción y falta de transparencia en los casos de abuso sexual.
Ahora está criticando al Santo Padre por invitar solo a los obispos y a los cardenales progresistas al sínodo: "El sínodo de los obispos para la región del Amazonas no tiene lugar curiosamente en la región del Amazonas, sino en Roma. También es notable que innumerables obispos y los cardenales, todos de la misma tendencia, han sido invitados de fuera del Amazonas ".
El obispo Mutsaerts también criticó al pontífice por ser selectivo e incluso exclusivo al decidir sus socios de diálogo: "El Papa recientemente señaló que quería iniciar un debate con todos. Excepto si tu nombre es Burke o Müller. Burke y Brandmüller (cardenales 'dubia') todavía están esperando respuestas a algunas preguntas simples ".
También cuestiona los prejuicios de los medios de comunicación, pregunta por qué la prensa dominante no puede tolerar ninguna crítica al Papa Francisco, cuando los mismos medios criticaban habitualmente al Papa Juan Pablo II y al Papa Benedicto VI.¿Por qué alguien que critica al Papa Francisco es calificado inmediatamente de conspirar para acabar con él?
Mutsaerts también lamenta las palabras del Papa en el vuelo de regreso desde África cuando el pontífice afirmó que no teme un cisma."Temo un cisma", dice Mutsaerts. "Eso es realmente lo peor que le puede pasar a la Iglesia"
Finalmente, el obispo desacredita el manto de compasión usado para cubrir el pecado. "¿Con qué frecuencia escucho que todo es cuestión de misericordia? No les creo. Es una misericordia falsa".
Mutsaerts explica cómo los progresistas en la Iglesia quieren liberalizar el celibato no para santificar el sacerdocio, sino para dejar de lado una regla que requiere santidad. Según él, quieren aprobar la homosexualidad porque quieren decir que el pecado ya no es pecado. También quieren permitir el sexo fuera del matrimonio porque no quieren reconocer el matrimonio entre un hombre y una mujer como el único pacto matrimonial reconocido por Dios.
"Sean honestos y detengan las agendas ocultas", concluye.
El obispo Mutsaerts enfrentó el cisma en su propia diócesis cuando una parroquia dominada por progresistas se rebeló contra la enseñanza católica tradicional y se separó de la diócesis, realizando servicios en un centro comunitario cerca de la iglesia. La respuesta del portavoz diocesano al cisma fue no comprometerse "Todos son libres de profesar su fe".
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