María Ferraz
López Obrador en una "ceremonia" pseudo indígena, como nuevo Presidente de la República le pidió "permiso" a finales de 2018 a la diosa Madre Tierra para construir el Tren Maya.
También Evo Morales quien hizo bendecir a Bergoglio sus hojas de coca en el Vaticano se sabe que le rinde culto a la Pachamama y Macri, más recientemente, hizo una oración a dicho fantoche. Podemos decir que es una tendencia que están implantando los mundialistas con fines nada halagüeños y en sintonía con la agenda verde de la ONU.
Ya dije que la Pachamama es un icono de la Nueva Religión Mundial que se está desplegando incisivamente ante nuestros ojos incluso en series de dibujos infantiles y a la que Bergoglio sirve hasta el punto de entrarla en procesión a la Basílica de san Pedro y como un símbolo, pues la canoa y su parafernalia idolátrica dicen que se colocó encima del lugar donde, metros más abajo, está enterrado san Pedro, o sea, la Cabeza visible de la Iglesia fundada por Jesucristo.
Y lo más grave es que Fco elevó su sacrificio profanador en la "misa" de cierre del Sínodo, a la falsa diosa en lugar de al Hijo de Dios, pues dicha diosa permaneció sobre el altar representada -según mandan las ceremonias- (cuando se hace en el interior de las casas y no en el jardín) usando una maceta ritualizada con plantas.