La conversión de un chamán



Tomado de "Las Memorias del Discípulo"

Yo, "El Discípulo" pongo por testigo a la Sangre y el Agua que brotaron del Corazón de mi Jesús traspasado por la lanza, que la intercesión poderosa de mi Mamita de Guadalupe, mi hermosa Reina: tiene poder ante el Trono del Altísimo Dios para lograr la conversión sincera y total de los cismáticos, herejes, brujos, chamanes, hechiceros, adoradores de Satán, devotos de la muerte,( a la cual, por indicaciones de mi ángel "Obed" no puedo llamar santa), él me ha enseñado que sólo son Tres cosas, (más bien no son cosas) a las que hay que nombrar Santas, La Cruz, La Sangre y a mi Bendita Madre Celestial.

Estando yo en la insigne y nacional Basílica de Nuestra Señora Guadalupe en la Ciudad de México D.F, dispuesto a escuchar la voz de Dios y hacer Su Voluntad, alimentar la fe de mi alma en la Santa Comunión, percibí a unos 50 metros de mi a un hombre extraño que se distinguía de entre todos los peregrinos que en esa tarde de febrero iban a dar gracias. Yo no lo había visto llegar, sin embargo mi ángel de la guarda "Obed" se dirigió a mi diciéndome que tras de mi había un hombre con negras y nefastas intenciones faltaban sólo 5 minutos para iniciar La Santa Misa. Jesús me dijo que me levantara y pasara cerca de él, como fiel "Discípulo" no queda más que obedecer.

Cuando el demonio imita la voz de Jesús (casi es un experto en eso) produce en mi inquietud y rebeldía, sin embargo, en contraposición La voz de Jesús me inspira a una obediencia inmediata y a una confianza absoluta, El no me obliga nunca, Jesús no obliga nunca a nadie, El se presenta con humildad sencillez y amor, satán es lo contrario, es vanidoso, arrogante y soberbio. Además muy astuto y sutil, a! principio me engaño muchas veces cuando iniciaba mi conversión.
El hombre que vi era de aspecto Senil, con barba larga y pelo largo y sucio, traía en su cuello, algunos amuletos raros y un talismán con el octagrama. Vi en su mano derecha el símbolo del tercer ojo de los "iluminados" "(illuminatti) Jesús me confió, que este hombre venía dispuesto a recibir La Sagrada Eucaristía en la mano, guardarla y venderla en $5,000 pesos. Esta serviría para una ceremonia pagana de pacto suicida de sangre con el demonio. Con ello los del tercer ojo logran poder político y económico, la víctima sería, junto con el sacrilegio, un niño no bautizado de un año y medio de edad.

Esto me hizo arder en cólera, claro, meramente humano, me sentí terriblemente mal, sin embargo, volví a mi lugar mientras que tal chaman; hacia invocaciones a no se quién, levantando los brazos y alzando un poco la voz, parecía que aquel infame se burlaba de Dios con una risa malévola y sarcástica, no me dio miedo, sino un gran coraje y dije entre mi. ¡Oh , rni amado Jesús , no permitiré tal barbaridad, antes pasará él sobre mi cadáver y no pienso morir hoy...Jesús escucho mi interior y me tranquilizó. Diciendo: "Hijo mío el que hiere a espada a espada perecerá". Haz lo que El Espíritu Santo te inspire. Dicho esto: pedí luz, discernimiento y sabiduría al Santo Espíritu dador de dones. Yo no se que pasó, viví La Santa Misa y a la hora de recibir la Sagrada Comunión, vino con un celo ardiente en mi y entró en mi una fuerza que me hizo encarar a aquel hombre. Faltaban sólo seis personas antes de llegar yo a las gradas del Altar Mayor.

No sé cómo decirlo pero dije en voz alta. Dirigiéndome a aquel hombre, ¡Si piensas cometer sacrilegio recibiendo en tus manos a Este Divino Cuerpo, serás Anatema y el Ángel del Señor te partirá por la mitad!.

El hombre cambio de color y enmudeció, sin pensarlo balbució tembloroso
unas palabras. Las cuáles no entendí y observé que el sacerdote, los guardias
del templo y los presentes me miraban asombrados y con curiosidad. El
hombre recibió a Jesús Sacramentado en su boca y comenzó a llorar,
sentándose en la última banca, no le miré más, pero al día siguiente lo vi de
rodillas suplicando perdón de Dios con mucho llanto en los ojos , le rogaba a la
Santísima Virgen intercediera por él. Recordé el momento de mi conversión
cuando arrepentido lloré amargamente por mis pecados. Escribo esto, que creo que es importante orar por la conversión de estos hombres que por ignorancia ofendiendo así a un Dios tan bueno, se que a Mamita María está siempre buscándolos para entregarlos al Corazón Dulce y Amoroso de Nuestro Señor Jesucristo ¡Gloria a Dios!

Honra y Honor a La Madre de Mi Dios y Señora.