Un ex seminarista católico anónimo que ahora es diácono en la iglesia presbiteriana de Texas, advirtió a su iglesia de no admitir pastores oficiales homosexuales célibes.
Él escribe en The Aquila Report que el resultado se ve simplemente mirando a la Iglesia Católica. Él califica, "un acto de arrogancia" creer que el resultado sería diferente con los presbiterianos.
Como seminarista católico, hace treinta años, experimentó una "cultura del secreto" combinada con una gran proporción de hombres homosexualistas, que trabajaban contra la transparencia y el rigor moral.
Es un hecho, que la laxitud moral, desenfrenada después del Concilio Vaticano II hasta hoy, creó un ambiente donde nadie estaba ni está llamado a dar cuenta de su comportamiento.
El ex seminarista recuerda que las órdenes religiosas después del Concilio se hicieron conocidas como un refugio seguro para los homosexuales que, en ese momento, no gozaban de una aceptación generalizada. Las órdenes también eran un lugar donde los homosexuales podían participar de manera segura según su tendencia sexual. Los homosexuales disfrutaban del apoyo fraterno, la posición social e incluso la emoción sexual adicional de participar en un comportamiento prohibido, todo bajo el auspicio de una autoridad religiosa externa.
Llamarlos a rendir cuentas normalmente tenía como consecuencia estar expuesto a acusaciones. Es un hecho que la fornicación homosexual y los abusos homosexuales explotaron en la Iglesia solo después del Concilio. Al igual que hoy, los que se oponen a la decadencia sexual fueron acusados de rigorismo moral o conservadurismo teológico y fueron marginados. Hasta hoy, el círculo de liderazgo de la Iglesia ha abrazado las demandas de la liberación sexual.
www.theaquilareport.com/observations-fr…Observaciones de un ex ex seminarista romano sobre estudiantes y sacerdotes homosexuales célibes