Los liberales enloquecen con el libro procelibato


María Ferraz

Digo bien: el Vaticano nos tiene entretenidos con su culebrón inacabable de intrigas, perversiones, pachamamas y desmentidos desde que Bergoglio asentó sus posaderas en la silla petrina.

No hay semana que no nos llevemos las manos a la cabeza con alguna sorpresa desagradable, y la única alegría que nos ha dado Benedicto en mucho tiempo, ahora se ha sumergido en el fango de una discusión en la que Gänswein, no directamente Benedicto, deja por mentiroso a uno de los pocos cardenales que osan levantar la voz contra ciertas tropelías, concretamente el ataque inmisericorde al celibato sacerdotal.

Yo soy de las que piensan que el card Sarah dice la verdad y que jamás se atrevería -sin el permiso de BXVI- a publicar un libro añadiendo su nombre como coautor. 

No como los izquierdistas que hicieron trampa con una carta del papa alemán entregada a las comunicaciones vaticanas en la que él declaraba que no podía dar la bienvenida a un conjunto de libros de la `teología de Francisco´, ya que uno de los teólogos (desviado) le había atacado personalmente. Entonces se suscitó un revuelo, pues se había dejado borrosa -para la foto correspondiente- esta explicación de Benedicto, dejando visible sólo la parte en la que se expresaba más elogiosamente con Francisco.

Ahora Gänswein, secretario de BXVI, ha afirmado que llamó a la editorial francesa del libro, pidiéndole en nombre de Benedicto (¿será verdad?), que quitara su nombre y su foto de la portada. Además, pidió que se eliminara la firma de Benedicto XVI de la introducción y la conclusión, ya que no era coautor de estos textos.

Gänswein confirmó que Benedicto XVI escribió el pequeño ensayo contenido en el libro y permitió que Sarah lo usara como él quisiera.

Pero según Gänswein, el papa no fue informado sobre la forma y el diseño de un libro de co-autoría. Sarah afirma que en noviembre envió el manuscrito completo a Benedicto, incluyendo la portada, y la introducción y conclusión común y le respondió: "Por mi parte, el texto [del libro] puede ser publicado en la forma que usted tenga en mente".

Que alguien miente es seguro, porque ambas versiones se contradicen, y quienes salen favorecidos de denigrar al cardenal tradicional Sarah y torpedear además el libro que sería obstáculo al fin del celibato, no son otros que los bergoglianos. El papel que juega Gänswein se me escapa, porque no quiero ser mal pensada. Tampoco entiendo que se pueda amordazar tan fácilmente al emérito a menos que Gänswein forme parte de la trama.

Ayer los liberales explotaron de rabia al conocerse la próxima publicación del libro (al que le han hecho gran propaganda sin proponérselo). La web izquierdista religión digital publicó al menos 4 artículos para combatir a BXVI a Sarah o el celibato, mientras que en otros países se tuiteaba en el mismo sentido, por parte de los de siempre: James Martin, Austen Ivereigh y otros disidentes habituales.

En resumen, el libro bomba de BXVI a favor del celibato del que se hacía eco Sandro Magister parece que quedará en agua de borrajas. Si Dios no lo remedia