Esta vez, Müller incluso ataca a Francisco a pesar de su estrategia habitual de culpar a los bergoglianos y perdonar a Francisco.
Extracto:
(...)"La relación de todo obispo emérito con su sucesor debe estar marcada por el espíritu de fraternidad. Los pensamientos mundanos de prestigio y los juegos de poder político son veneno en el cuerpo de la Iglesia, que es el cuerpo de Cristo. Esto se aplica a fortiori a la relación aún más delicada del Papa reinante con su predecesor (BXVI), que había renunciado al ejercicio del ministerio petrino y, por tanto, a todas las prerrogativas del primado papal, y por lo tanto ya no es definitivamente el Papa.
Resulta sorprendente el cierre de filas de los anteriores enemigos de la Iglesia desde la esfera del antiguo neoteísmo liberal y marxista con el secularismo dentro de la Iglesia, que quiere transformar la Iglesia de Dios en una organización humanitaria que actúa de forma planetaria.
El viejo enemigo de la Iglesia Eugenio Scalfari se jacta de su nueva amistad con el Papa Francisco. Unido a la idea común de una Única Religión-Mundial hecha por el hombre (sin Trinidad y Encarnación) le ofrece su colaboración. La idea de un frente popular de creyentes y no creyentes es lanzada contra los enemigos y oponentes identificados por él entre los cardenales y obispos, así como los católicos "conservadores de derecha". En él encuentra personas afines del grupo de la "Guardia Bergogliana", que se presenta de esta manera. Esta red de populistas de izquierdas, impulsados por una pura voluntad de poder, pervierte ideológicamente la potestas plena del Papa a una potestas illimitata et absoluta.
De esto se trata el puro voluntarismo: Según su concepción, todo es bueno y verdadero porque el Papa lo quiere.
El Papa (Müller se refiere a Fco pues no considera a BXVI como tal), por el contrario, no hace y dice algo, porque sea bueno y verdadero. Contradice el Vaticano II, que ve el magisterio al servicio de la revelación, "enseñando sólo lo que se ha transmitido, escuchando devotamente la Palabra de Dios, custodiándola escrupulosamente y explicándola fielmente según un encargo divino y con la ayuda del Espíritu Santo [...]". (Dei Verbum 10). De esta manera, se exponen como los oponentes demoníacos del papado, como fue definido dogmáticamente por las enseñanzas del Vaticano I y II. Si ya entre Jesús y los discípulos no existe el principio del servilismo sino la medida de la amistad (Juan 15:15), ¿cómo debería la relación del Papa con sus hermanos en el episcopado estar marcada por un oportunismo sumiso y una obediencia ciega e irracional más allá de la unidad de fe y razón típica de la teología católica? Según las ideas marxistas liberales, un Papa "atemporal" se legitima a sí mismo al perseguir despiadadamente la agenda de la extrema izquierda y promover una unidad de pensamiento sin trascendencia, sin Dios y la mediación histórica de la salvación por medio de Cristo, el único mediador entre Dios y el hombre (1 Timoteo 2:5).(...)
(...)A pesar de todos estos halagos, los fieles católicos son de la opinión fundada de que en lugar del ateo Scalfari, que no cree en Dios ni puede entender el "misterio de la santa Iglesia" (Lumen Gentium 5), Benedicto (Joseph Ratzinger) sería un consejero infinitamente más competente del vicario de Cristo, el sucesor de Pedro y pastor de la Iglesia universal (Fco). Esto se refiere tanto a sus cualidades teológicas y a su comprensión espiritual del misterio del amor de Dios, como a la experiencia de la responsabilidad de un Papa por la Iglesia universal, sola ante Dios, que Benedicto es la única persona en este mundo que (puede) compartir con el Papa Francisco".
https://www.lifesitenews.com/news/cdl-mueller-benedicts-words-carry-great-weight-in-the-church-hes-not-francis-antagonist