Primeras críticas al libro de Benedicto




DETROIT
- Algunos están criticando al Papa Benedicto XVI y al card. Robert Sarah por defender el celibato clerical en su próximo libro, From the Depths of Our Hearts.
Aunque los fieles católicos están aplaudiendo este nuevo trabajo, los líderes de la Iglesia de tendencia izquierdista están criticando a Benedicto y a Sarah como voces del "pasado" que interfieren en la agenda del Papa Francisco.


"Esto es difícil de entender", twuiteó el jesuita pro-gay James Martin el domingo. "Tengo el mayor de los respetos por el Papa emérito Benedicto XVI . Sin embargo, cuando renunció al papado, dijo que permanecería 'ocultado del mundo'".
"Por supuesto que tiene derecho a decir lo que quiera", continuó Martin. "Pero aquí está hablando sobre un tema que fue... uno de los principales temas del reciente Sínodo sobre el Amazonas y que ahora está siendo considerado por el Papa".
"Algunos pueden ver esto como un gran teólogo que contribuye a la conversación; pero dado su papel único, algunos pueden ver esto como un 'Magisterio paralelo', que puede llevar a la desunión", añadió Martin.


El biógrafo papal Austen Ivereigh también publicó en Twitter su disgusto por la nueva defensa del celibato sacerdotal.

"Francisco es reacio a aprobar la ordenación de diáconos como lo propone el Sínodo de la Amazonia (?)," escribió Ivereigh el lunes. "Ahora, si no lo hace, la Resistencia dirá: 'Benedicto lo detuvo'. De esta manera, la autoridad de Francisco es socavada, y Benedicto parece interferir. Es intolerable".

Asimismo, Kurt Martens, profesor de Derecho Canónico de la Universidad Católica de América y editor de The Juris, twiteó que "un ex papa no debería hablar en público de nada en absoluto". Tuvo su oportunidad cuando estaba en el cargo. Ahora le corresponde a su sucesor gobernar. Él (y su séquito) ya no gobierna".

Martens fue contradicho pro algunos católicos que argumentaron que Benedicto no está "gobernando" simplemente por escribir un libro.


"Cualquier católico tiene el derecho de hablar y hasta de predicar la Fe, especialmente si se trata del bien de la Iglesia", tuiteó alguien . "¿Así que eres parte de la nueva Curia de Censura Pontificia?"


"Puede hablar y escribir lo que quiera", dijo Matthew P. "Sigue siendo un obispo católico, lo que significa que tiene mucha más autoridad que tú. Tengan eso en cuenta".


Joshua McElwee, co-editor del National Catholic Reporter, de tendencia izquierdista, tweeteó: "Mientras digiero esto, me doy cuenta de lo increíble que es. Un ex-papa hablando en público sobre algo que su sucesor está actualmente en proceso de considerar".

El historiador y colaborador de la revista Commonweal, Massimo Faggioli, se quejó de que "Benedicto XVI no está rompiendo realmente su silencio porque él (y su séquito) nunca se sintieron obligados a cumplir esa promesa". Pero esto es una grave violación".

Parece, de acuerdo con estos y otros críticos, que la directriz general del Papa Francisco de que los católicos "hagan un lío" en sus intentos de evangelización y reforma no se extiende a los antiguos papas con décadas de sabiduría, estudio y experiencia.

Un usuario de Twitter, respondiendo a Martens, le recordó una entrevista al Papa Francisco en 2014 en la que el pontífice dijo: "El Papa emérito no es una estatua en un museo". ... Hemos hablado de ello y hemos decidido juntos que sería mejor que él viera a la gente, saliera y participara en la vida de la Iglesia".

Presbyterorum Ordinis, el decreto del Vaticano II de 1965 sobre el ministerio y la vida de los sacerdotes, habla sobre la noción de que el sacerdocio es una participación en el papel del Esposo celestial en el gran matrimonio entre Cristo y su Iglesia.

Haciéndose eco del Vaticano II, afirma: "De esta manera ellos (los sacerdotes) se profesan ante los hombres como dispuestos a dedicarse al oficio que les ha sido encomendado... y así evocar el misterioso matrimonio establecido por Cristo, y que se manifestará plenamente en el futuro, en el que la Iglesia tiene a Cristo como su único Esposo". Por lo tanto, los sacerdotes célibes dan "una señal viva del mundo venidero... en el que los hijos de la resurrección no se casan ni toman esposas".


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