Sánchez despojará a la Iglesia de miles de propiedades



Los obispos católicos españoles han expresado su temor de un conflicto con el nuevo gobierno liderado por los socialistas por los planes radicales de despojar a la Iglesia de miles de tierras y propiedades "mal registradas", mientras que se restringe la educación religiosa y se legaliza la eutanasia.

"La Iglesia no busca privilegios, pero tampoco quiere ser discriminada", dijo el obispo Luis Argüello, secretario general de la conferencia episcopal. "Nuestro estado del bienestar depende del papel activo de la Iglesia española en la educación, la salud, los servicios sociales y la atención a los ancianos". En lugar de considerarlo como un residuo del pasado o un nido de privilegios, las autoridades deben valorar su labor con generosidad y solidaridad".

El obispo habló mientras el Primer Ministro Pedro Sánchez lanzaba su "coalición progresista" con el partido de extrema izquierda Unidas Podemos, liderado por el politólogo Pablo Iglesias. En declaraciones a la Revista Ecclesia, con sede en Madrid, dijo que la Iglesia está dispuesta a considerar "una nueva relación más acorde con las características de la sociedad actual", pero también contó con que el gobierno "respete la existencia de las confesiones religiosas, en particular las de especial arraigo" (?).

Pero otro alto prelado instó a los católicos a no temer "la insignificancia y la invisibilidad, el rechazo y el desprecio", y a "redoblar los esfuerzos para proclamar el Evangelio" en el nuevo clima político. En una carta pastoral, Mons. Ginés Ramón García Beltrán, obispo de Getafe, escribió: "Nos preocupa lo desconocido y cómo se cumplirán los planes de la izquierda, como se repite en todas las propuestas del gobierno para una laicidad exclusiva". Pero los católicos tienen que ser personas de esperanza e instrumentos de virtud. Aunque tengamos motivos para desesperarnos, no debemos perder la confianza".

Sánchez ganó por poco el voto de confianza el 7 de enero después de prometer que hablaría con los partidos catalanes y vascos independentistas. En el acuerdo de coalición se compromete a legislar sobre una serie de "políticas feministas", así como la "una muerte digna y la eutanasia"; a suprimir la enseñanza religiosa en las escuelas; y a "facilitar la recuperación de los bienes mal registrados en la Iglesia".

Los bienes en cuestión se refieren en su mayoría a tierras y propiedades registradas para usos religiosos en las 23.000 parroquias de la Iglesia española en circunstancias controvertidas, en virtud de una laguna de la ley hipotecaria de 1998, que fue eliminada en 2015.

En un mensaje dirigido a Sánchez, quien declinó el tradicional juramento de inauguración sobre una Biblia y un crucifijo, el cardenal vallisoletano Ricardo Blázquez, presidente de la Conferencia Episcopal, dijo que los líderes de la Iglesia ofrecerán "una colaboración leal y generosa" para ayudar al nuevo gobierno a "trabajar al servicio del bien común". Sin embargo, el cardenal madrileño Carlos Osoro instó a los ciudadanos a evitar "ser arrastrados hacia la polarización", mientras que el cardenal valenciano Antonio Cañizares Llovera dijo a los católicos en una carta pastoral que su país se enfrentaba a "una situación crítica y a una verdadera emergencia", y que necesitaba una oración intensa "en estos tiempos de secularización y eclipse de Dios".

Se esperaba que los obispos católicos españoles coordinaran las respuestas al nuevo gobierno durante sus ejercicios espirituales anuales de una semana de duración, que coincidieron esta semana con la acreditación de un nuevo nuncio, el arzobispo Bernardito Auza, en sustitución del italiano Mons. Renzo Fratini, que dimitió el verano pasado tras las quejas de interferencia del anterior gobierno de Sánchez.


https://catholicherald.co.uk/author/jonathan-luxmoore/