Versión italiana el libro de Ratzinger/Sarah desautoriza a Gänswein


El editor italiano David Cantagalli dijo el 22 de enero en el sitio web IlFoglio.it que la introducción y la conclusión del libro de Ratzinger/Sarah sobre el celibato “fueron escritas por el cardenal Sarah y han sido leídas y compartidas por el papa emérito Benedicto XVI”.

En consecuencia, ambos nombres estarán en la tapa del libro: “Robert Sarah con Joseph Ratzinger/Benedicto XVI.”

Esto contradice nuevamente la mentira obvia del arzobispo Georg Gänswein que Benedicto XVI no vio el libro antes del 13 de enero.

La información de Antonio Socci que un airado Francisco citó al arzobispo Gänswein y le ordenó que quitara el nombre de Benedicto del libro de Ratzinger/Sarah es una “ficción” y una “mentira”, dijo el 17 de enero monseñor Gänswein al sitio web Die-Tagespost.de.

Él afirmó que Francisco “no dijo una sola palabra” sobre el libro.

Gänswein repitió su versión de que Benedicto no recibió el libro hasta el 13 de enero, cuando lo vio por primera vez.

Insistió que Benedicto “no tiene” nada que ver con el libro y que “se distanció totalmente” de él. Gänswein afirmó también que Benedicto “nunca” vio ningún borrador del mismo.

Pero Edward Pentin informó que el 3 de diciembre Sarah le mostró personalmente el manuscrito a Benedicto, incluyendo la tapa. Pentin agregó que Gänswein habló a los editores de la traducción italiana el 9 de enero y les dio su apoyo.

Según Marco Tosatti, Benedicto como coautor editó todo el libro, incluyendo la parte escrita por el cardenal Sarah.


Sarah dijo de forma creíble que él envió el manuscrito íntegro el 19 de noviembre a Benedicto para que lo corrigiera, y el 3 de diciembre se presentó personalmente a Benedicto con un borrador de la tapa.



Sarah simplemente escribió en Twitter.com que el 17 de enero se reunió con Benedicto XVI, a causa de las “incesantes polémicas, nauseabundas y mentirosas” contra el libro de Ratzinger/Sarah sobre el celibato, polémicas que no han cesado desde comienzos de esta semana.

Y continúa diciendo: “Con el papa emérito Benedicto XVI pudimos constatar que no hay ningún malentendido entre nosotros. Salí muy feliz por haber mantenido esta conversación [con él], lleno de paz y coraje”.

La palabra “malentendido” fue utilizada por el arzobispo Gänswein para justificar el retiro del nombre de Benedicto de la tapa del libro.

Gänswein pretendió [hacer creer] que Benedicto “no vio” el libro antes del 13 de enero.

Pero Sarah lo corrigió, revelando que el 19 de noviembre él envió todo el manuscrito a Benedicto y que el 3 de diciembre le mostró personalmente el libro, incluyendo la tapa.


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