Católicos sin confesión ni misa (norte de Italia)


THIENE, Vicenza, Italia, 27 de febrero de 2020- Los católicos están siendo rechazados incluso del sacramento de la penitencia en al menos una ciudad italiana.

Varias diócesis en Italia, incluyendo Bolonia, Milán y Padua, cancelaron las liturgias del Miércoles de Ceniza y han suspendido todas las misas públicas, gracias al brote de coronavirus en las regiones del norte de Italia. 

Pero la parroquia de la Virgen de Olmo en Thiene ha ido aún más lejos, aconsejando a los católicos que no reciban el sacramento de la confesión. En un mensaje de Facebook, uno de los frailes capuchinos que sirven a la comunidad declaró que, debido a las órdenes diocesanas, "todas las actividades del santuario, misas y confesiones, incluyendo el rito del Miércoles de Ceniza, Laudes y Vísperas, el Vía Crucis, [y] la Lectio Divina" están suspendidas.


El católico local Andrea Zanato fotografió una de las pancartas colocadas en la iglesia que decía "La confesión no es posible". En Facebook, se lamentó de que la Diócesis de Vicenza se había limitado a repetir los cierres ordenados por el Patriarcado (también Arquidiócesis) de Venecia. 

"Me parece que estas reglas exceden mucho el sentido común", escribió. "No estar disponible para escuchar confesiones es realmente algo incomprensible." 

La iglesia, como las demás iglesias afectadas por la suspensión, está abierta para rezar en privado a ciertas horas del día.  

El cese de las misas en estas diócesis ha sido a petición del estado italiano. Sin embargo, algunos católicos han cuestionado la cancelación de los servicios del Miércoles de Ceniza y la suspensión de otras misas en el norte de Italia cuando las tiendas, restaurantes y bares siguen abiertos (NT: y la gente sigue viajando en transporte público en autobús y vagones de metro llenos). 

Mauro Faverzani de Corrispondenza Romana informó que en Cremona, cuyo obispo ha suspendido todas las misas, y cuyo alcalde ha suspendido las escuelas, el mercado público, los deportes, y otros eventos públicos siguen abiertos y la gente se aglomera en bares, restaurantes, farmacias y centros comerciales.  

"Paradójicamente [en Cremona] puedes tomar un aperitivo con amigos, encontrarte en una pizzería e ir al centro comercial, pero no puedes recibir la Eucaristía, o rezar juntos en la Iglesia para pedir protección contra el coronavirus", escribió.

Una mujer polaca que vive en Italia se quejó al Padre Dariusz Kowalczyk de que no es el coronavirus, sino Satanás, el que está atacando al país. 

"¿De qué otra manera se puede explicar la situación cuando en casi todas las diócesis del norte de Italia todas las misas y liturgias en las iglesias están prohibidas, y los bares, restaurantes y centros comerciales están llenos de gente?" preguntó Wioletta Wroblewska de Mantua.  

"Llamé a la curia de la diócesis en la que vivo, y la persona al otro lado del teléfono no pudo decirme cómo el virus del bar difiere del virus de la iglesia. ¿El virus del bar está bien, y sólo el de la iglesia infecta a la gente?" 


Wroblewska dijo que había buscado en un radio de 100 kilómetros desde su casa para encontrar un lugar para asistir a la misa del Miércoles de Ceniza sin encontrar ninguno. 

Pero parece que se han escuchado las decepciones de los católicos con las medidas de la Iglesia italiana. El Patriarca de Venecia, el Arzobispo Francesco Moraglia, dijo hoy a Noticias del Vaticano que representará a los obispos de Italia en las conversaciones con el Estado. 

"No cuestiono las decisiones tomadas por las autoridades", dijo.  

"Sin embargo, veo que otras reuniones, por ejemplo en gimnasios, piscinas, centros comerciales y mercados, no tienen las mismas restricciones que las iglesias."

Moraglia, de 66 años, dijo que como presidente de la Conferencia Episcopal de la región del Triveneto, había hablado por teléfono con 15 obispos y explicaría a las autoridades civiles en su nombre que la Iglesia quiere encontrar una solución "que sea aceptable para todos, para que nuestras comunidades puedan reunirse, especialmente para la Eucaristía". 

El Patriarca dirá a las autoridades que los obispos se asegurarán "por supuesto" de que estas reuniones se hagan de manera cuidadosa, con un código de higiene que elaborarán con el Estado.

"Creo que podemos llegar a un acuerdo para respetar las exigencias del bien común, pero al mismo tiempo poder participar en la Eucaristía, especialmente ahora durante la Cuaresma", dijo.  

"Ayer recordé el fiel ejemplo de los mártires de Abitena que arriesgaron sus vidas porque, según confesaron, no podían vivir sin la Eucaristía dominical. Hoy es tan importante para nosotros como lo fue entonces para ellos."

La voluntad de los obispos italianos de suspender el culto público contrastaba con la respuesta de la Diócesis de Hong Kong, donde se ha organizado la adoración pública del Santísimo Sacramento, para que los fieles puedan rezar por el fin de la epidemia de coronavirus. También está en contraste con la respuesta de sus predecesores, que creían que esas plagas eran castigos divinos, que pedían más oración pública, no menos.



https://www.lifesitenews.com/news/sacraments-suspended-in-northern-italian-dioceses-while-shops-bars-stay-open