Iglesias sin ministros, locución a L Piccarreta




Libro de Cielo: Vol 12, Febrero 12, 1918 de Luisa Piccarreta


Los iglesias desiertas y sin ministros.


Continuando mi habitual estado, el siempre amable Jesús se hacía ver muy afligido y yo le he dicho: “Amor mío, ¿por qué estás tan afligido?”

Y Él: “¡Ah! hija mía, cuando permita que las iglesias queden desiertas, los ministros dispersos, las misas disminuidas, significará que los sacrificios me son ofensas, las oraciones insultos, las adoraciones irreverencias, las confesiones pasatiempos y sin fruto; por lo tanto, no encontrando más mi gloria, sino ofensas, ni el bien de ellos, no sirviéndome más los quito; pero este arrancar los ministros de mi santuario significa que las cosas han llegado al punto más malo, y que la diversidad de los castigos se multiplicará.
¡Cómo es duro el hombre, cómo es duro!”


(de la lectora nazareusrex)