Las almas del purgatorio critican el modernismo



—Cuando las almas del purgatorio le advirtieron sobre la situación actual de la iglesia, ¿también le dijeron algo acerca de cómo se construyen las iglesias hoy en día?
—Sí, también me han hablado de esto. Mucho de lo que asociaríamos con las iglesias modernas les molesta mucho. Las iglesias son solo para rezar y para encontrarse con Jesús y con María. Las almas del purgatorio dicen que en las parroquias no debería haber equipos sofisticados, ricas alfombras ni nada destinado a que sea todo más cómodo como un recibidor lujoso. Las iglesias están destinadas para para que tú y Jesús os encontréis a solas. Los elementos meramente decorativos deberían desaparecer, porque distraen. Y las almas también han mencionado que les horroriza gran parte del llamado arte moderno; y la mayoría es realmente horrible, sin mencionar que es históricamente incorrecto. Y también debería darse nuevamente a María un lugar más importante.
¡Pero más importante que nada, sin embargo, es que los tabernáculos deben, siempre, estar en el centro! En el centro de la iglesia y no apartados en un lateral o en otra capilla. Únicamente en el centro. Si no damos a Jesús el centro de todo, entonces lo dejaremos también a Él pronto de lado. ¡Y entonces nos quedaríamos meramente con un segundo ayuntamiento! Créame, cada vez que alguien mira al tabernáculo con amor, Jesús eleva más alto el lugar que ocupará en el Cielo.
Por otro lado, los sacerdotes deberían también volver a usar el púlpito. Hacerles descender al nivel de la comunidad fue otro de los logros de Satanás. Arriba, en el púlpito, ganan mucho más respeto.

No deberían organizarse actos sociales en las iglesias, solamente los sagrados. Deberían volver a estar presentes las imágenes de los santos, al menos san José, el arcángel san Miguel y el santo por el cual se erigió la iglesia. Y ya he mencionado los reclinatorios para comulgar. Todas esto que falta, y todo lo que se ha añadido en las últimas décadas en aras de la comodidad, nos separa de Jesús, y por lo tanto alegra mucho al diablo. Me han comentado que en algunas parroquias se sirve café, se lleva a los animales en el regazo, se colocan televisores. Y yo he visto parroquias sin agua bendita en las puertas y sin reclinatorios. Nada de esto es bueno ni tiene que ver con la voluntad de Jesús.
—Entonces, las almas del purgatorio no están contentas con las llamadas iglesias modernas, ¿verdad?
—No es así. He visto varias iglesias modernas en donde todo estaba bien. Una, por ejemplo, en Lienz, en el Tirol, es muy moderna pero allí se reza mucho y está bien construida. Así que lo feo, los lugares donde no se reza o sin imágenes, no necesariamente equivale a moderno, pero lo moderno la mayoría de las veces es feo, incompleto y no lleva a la oración.
—¿Qué me dice de las funciones sagradas que las iglesias modernas pueden haber olvidado?
—Sí, eso también... Las almas del purgatorio me han dicho que echan de menos las procesiones, que son como pequeñas peregrinaciones. Esas procesiones por nuestra Madre o por los santos que eran una parte integral de la vida espiritual de antes. Si organizamos desfiles de equipos deportivos y de políticos, ¿por qué entonces ya no llevamos a cabo procesiones por Jesús, su Madre y los
santos? En las procesiones el mundo entra en contacto con Jesús y sus santos. Así debería ser y no al revés, cuando tantas veces y tan frecuentemente llevamos el mundo a la casa de Jesús.

Además, en muchas partes del mundo los sacerdotes han dejado de bendecir los hogares al menos una vez al año. Esto también debilita la fe y entibia el amor y el respeto que debe mantenerse siempre intacto entre sacerdotes y laicos. La pérdida de estas funciones sagradas hace que Satanás sea plenamente feliz y le sea mucho más fácil, a él y a sus demonios, entrar en los hogares.
Y también se han olvidado en muchas partes del mundo de la devoción del primer sábado. ¡Debemos volver a restituirlas! Entre otros motivos, para todo ello se nos ha dado a los sacerdotes. Los necesitamos y ellos necesita que les recordemos nuevamente sus deberes.
—¿Puede decirme cómo se celebra la misa en su iglesia aquí en Sonntag y si las almas están contentas con la forma en que se llevan a cabo las cosas aquí?
—Sí, están satisfechas del modo como se celebra aquí.
Nunca se quitaron los reclinatorios para comulgar, y la Sagrada Comunión se da solo en la boca. Nunca hay mujeres cerca del altar: eso incluye las lecturas y que solo haya monaguillos niños en el altar. Jesús presente en el tabernáculo se encuentra en el centro del presbiterio y las imágenes de Nuestra Madre y de algunos santos ocupan un lugar principal. Los fieles pueden confesarse semanalmente, y la gente lo aprovecha. También asisten con frecuencia a la adoración del Santísimo Sacramento y al rezo del rosario.
Todos los niños se sientan en los primeros bancos durante toda la misa. Allí los tengo hasta que los adultos ya se han retirado de la parroquia. Esto es solo para mantener el orden y el silencio y para evitar que corran y anden esquivando las piernas de los mayores.



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