Otro signo: Bergoglio se carga el crucifijo milagroso


Si no son perversos, lo parece.

Francisco a cubierto mientras el "milagroso" Crucifijo de San Marcello se empapa con el agua de lluvia.

*

"El Crucifijo bañado en las lágrimas del Cielo, el Papa solo en la plaza vacía": este es el título de la editorial de Andrea Tornielli en Vatican News hace apenas dos días para comentar el extraordinario momento de oración mundial con el Papa Francisco frente al "milagroso" Crucifijo de San Marcelo, el icono mariano de la Salus Populi Romani y la Plaza de San Pedro que quedó vacía por los decretos anticoronavirus. 

El problema es que precisamente ese extraordinario Crucifijo escapó del fuego en 1519 y fue usado como estandarte por el pueblo para derrotar la plaga de Roma en 1522, ahora dañado y no poco por la lluvia del viernes por la tarde en la Plaza del Vaticano: mientras el Papa impartía la bendición Urbi et Orbi y concedía una indulgencia plenaria a los que estaban escuchando, ese Cristo sufriente en la cruz sufrió un gran daño, antes de ser llevado de vuelta a la Iglesia de San Marcello.

"La madera antigua con su prolongada humedad corre el riesgo de casi 'explotar'. Ahora los problemas podrían pasar a la Superintendencia que proporcionó las autorizaciones para el transporte del crucifijo", analiza el Mensajero resaltando las potenciales responsabilidades de aquellos que eligieron colocar ese Crucifijo tan precioso y antiguo bajo el agua, sin pensar en ponerlo justo debajo del dosel donde se encontraba el banco del Papa.


CRUCIFIJO "MILAGROSO" DE SAN MARCELLO: ¿DÓNDE SE ARRUINÓ?

El Mensajero también explica los diversos daños que actualmente están siendo evaluados por la Superintendencia, aunque por el momento nadie a nivel oficial en el Vaticano está dispuesto a dejar ningún comentario al respecto: "Casi dos horas bajo el agua han inflado la madera centenaria. El estuco en varios lugares ha estallado, así como partes de la pintura antigua ligera, luego en algunas secciones el temple usado por el artista anónimo para sacar la sangre que brotaba del costado se ha aflojado, la superficie de madera trabajada en el pelo se ha agrietado, y arruinado en algunos detalles en los brazos".





Las restauraciones y los operadores ya están en marcha, pero habrá que entender lo que será el juicio de la FEC, el Fondo de Construcciones de Culto del Ministerio del Interior que posee todas las obras de arte de la Iglesia de San Marcello al Corso, donde se encuentra la importante reliquia utilizada por el Papa Francisco para pedir al Cielo el fin de la pandemia de coronavirus. Un daño enorme quizá no reversible, que podría haberse evitado simplemente con algo de astucia adicional: queda esa imagen sufriente de Cristo que, cargado de lluvia y sufrimiento, asume sobre sus propios hombros el peso del dolor del mundo entero. 


Se espera un segundo "milagro" para que ese símbolo de las epidemias y la victoria cristiana sobre el mal permanezca por muchos siglos más.





https://www.ilsussidiario.net/