Sed perseverantes en la oración y los sacramentos.



Virtud de la Perseverancia

Siembro en vuestro jardín, la Rosa de la Perseverancia, rosa de vivo color que os anima, os impulsa, os alienta y os motiva a permanecer en el jardín que Dios os ha plantado.
Cultivad esta rosa celestial con la alegría; alegría, aún, en momentos de tristeza mirando siempre adelante y nunca hacia atrás.


Sed perseverantes, hijos míos, en la oración.
Sed perseverantes, hijos míos, en los sacramentos.
Sed perseverantes, hijos míos, en la lectura y meditación del libro Santo. 

Sed perseverantes, hijos míos, en el rezo del Santo Rosario.
Sed perseverantes, hijos míos, en la práctica de las virtudes cristianas. 

Sed perseverantes, hijos míos, en el amor al silencio y la soledad.
Sed perseverantes, hijos míos, en vivir el Evangelio en su radicalidad. 

Sed perseverantes, hijos míos, en caminar en pos de Cristo.
Sed perseverantes, hijos míos, en mi escuela maternal, escuela que os enseña a amar a Dios sobre todas las cosas.
Escuela que os enseña a morir a vuestros propios intereses para pensar en favor de los demás.

Escuela que os enseña a amar y a desear ardientemente el alimento espiritual.
Escuela que os enseña a caminar como peregrinos en la tierra cuya meta es alcanzar el cielo.


La Virgen a Agustín del Divino Corazón