Es inútil evadirlo: existe un protocolo no escrito, pero no por ello menos eficaz, de modo que las personas mayores, sobre todo si tienen patologías importantes, en los hospitales ni siquiera son tratadas, sino que simplemente se les lleva hasta la muerte con morfina, cualquiera que sea el estadio de la enfermedad. Ciertamente no ocurre en todos los hospitales, también estamos seguros de que no todos los médicos lo hacen automáticamente, pero ciertamente ocurre de forma bastante generalizada.
No se trata aquí de criminalizar a los médicos.
Por el contrario, no se puede reconocer suficientemente que están trabajando horas extras para frenar la emergencia, muy a menudo privados incluso de equipos de seguridad debido a políticos incapaces que, después de dos meses de crisis aguda, ni siquiera son capaces de encontrar máscaras adecuadas y suficientes para el personal médico. Tampoco se trata de pensar que todos los hospitales actúan de la misma manera. Esto debe quedar claro.
Pero tampoco se puede ser tan ingenuo y ciego como para no darse cuenta de que, en una situación de emergencia como ésta -en la que las autoridades sanitarias han advertido repetidamente que "uno se ve obligado a tomar decisiones"- e inmerso en una cultura de eutanasia como la nuestra, es prácticamente seguro que muchos ancianos son "llevados a la muerte" sin ni siquiera intentar un tratamiento. Hemos escuchado otras historias sospechosas: personas ancianas llevadas por ambulancias y que mueren después de sólo unos pocos días en el hospital, sin que sus familiares puedan volver a verlas; el clima de terror que se ha creado hace que uno casi dé por sentado que el Covid-19 lleva a la muerte y por lo tanto uno ya se resigna a ver a sus familiares ancianos sucumbir una vez infectados, sin hacer demasiadas preguntas sobre lo que realmente sucede en el hospital.
Pero ya habíamos escrito esto hace dos semanas, simplemente pensando en el número de admisiones y muertes en Lombardía. El abandono o el llevar a los ancianos a la muerte es un factor que ayuda a explicar la alta tasa de mortalidad. La Sociedad de Geriatría también había dado la alarma. ¿Y no dicen nada las directrices de la Asociación de anestesistas y resucitadores, que piden que se rechace la llamada "medicina (en tiempo) de catástrofes" prohibiendo el tratamiento para los mayores de 75 años? En estos días está creando escándalo como parece haber sucedido en algunos asilos, pero la situación es mucho más extensa, no pretendamos no verlo.
Y repetimos: ¿cómo podemos sorprendernos cuando respiramos la cultura de la muerte en todas partes?