Asociación Médica de Italia exige el fin del encierro


La asociación de médicos, AMPAS,(..) Los miembros fundadores son 12 expertos: internistas, inmunólogos, gastroenterólogos, especialistas en enfermedades pulmonares, ortopedistas, médicos generales, nutricionistas, psiquiatras, dentistas, cirujanos estéticos, anestesistas, acupuntores (junto con, como miembros ordinarios, pediatras, cardiólogos, especialistas en ciencias de la alimentación) todos los días en primera línea con sus pacientes, todos los días en busca de ideas y métodos para curar 


Comunicado de AMPAS del 21/4

Con serenidad, pero también con determinación, los médicos del Grupo de Información Médica AMPAS (735 miembros, muchos de los cuales están en primera línea), están preocupados por las posibles derivas autoritarias que se están produciendo, y desean aclarar que se están violando los derechos constitucionalmente garantizados para los ciudadanos. 

Ver el escrito completo: https://fromrome.info/2020/04/25/italian-medical-association-demands-end-to-corona-lock-down/

Las demandas

Conscientes de que el futuro será nuevo y diferente sólo si comprendemos que nuestra biología no nos permite vivir hacinados, contaminados, fumando, y comiendo sólo alimentos industriales y refinados en completa sedentarización, queremos esperar que el "después de la emergencia" pueda ser mejor que el "antes". Pero esto sólo puede suceder si muchas de las cosas que estamos aquí para pedir suceden, algunas de ellas inmediatas, otras pronto.

Por lo tanto, pedimos encarecidamente, en nombre de la asociación AMPAS y de los 735 médicos que forman parte de ella hoy en día (así como de los muchos simpatizantes no médicos):

-El restablecimiento inmediato de la legalidad institucional y constitucional, recordando al parlamento sus funciones democráticas y el debate que necesariamente debe resultar de ellas.
-La cancelación inmediata de los grupos de trabajo y de los consultores externos cuyos conflictos de intereses podrían ser leídos, cuando se les confían responsabilidades no previstas institucionalmente, como una evasión de las reglas democráticas.
-El inmediato restablecimiento del derecho al trabajo de millones de italianos, que, si no pueden percibir sus salarios, pronto morirán de hambre con las previsibles consecuencias para el orden público (en cumplimiento de las nuevas normas de distanciamiento durante el tiempo que sea necesario).
-El restablecimiento inmediato del derecho al estudio para millones de niños, jóvenes, estudiantes universitarios que han sido privados de un día para otro de uno de sus derechos fundamentales (en cumplimiento de las nuevas normas, durante el tiempo que sea necesario).
-La protección del derecho a la elección de tratamiento, ya violado por las leyes anteriores, para evitar que cualquier posible nuevo tratamiento médico se convierta en obligatorio. Toda nueva medida dictada en una situación de emergencia deberá incluir una fecha límite, a fin de no "intentar" que algunos hagan de las restricciones a las libertades una norma.
-El bloqueo de cualquier "app" u otro dispositivo informático destinado a controlar los movimientos de las personas en flagrante violación de nuestra privacidad.
-La reapertura inmediata de la posibilidad de que adultos y niños salgan al aire libre a practicar deporte, caminar, vida social, aunque cumpliendo las normas necesarias.
-El inmediato restablecimiento de un pre-requisito televisivo o mediático, con la bienvenida en las emisiones de diferentes puntos de vista cualificados, con la inmediata remoción (o relegación a diferentes tareas) de los presentadores que no han podido cumplir con su deber como periodistas.
-Declaración de conflictos de intereses por parte de cualquier profesional de la salud que exprese una opinión televisiva o participe en un debate. El incumplimiento de esta obligación debe ser castigado con la remoción proporcional de los medios de comunicación. El espectador debe saber si el orador recibe o no millones de euros de una empresa.
-La prohibición de cerrar o borrar sitios o perfiles sociales en ausencia de violaciones graves de la ley. Toda cancelación debe ser notificada y justificada con prontitud. La eliminación de ideas y opiniones sólo porque son diferentes de la corriente oficial no es digna de un país civilizado.
-La prohibición de que las fuerzas del orden interpreten a su discreción las normas de orden público establecidas en los decretos. Cualquier abuso, aunque sea mínimo, debe ser perseguido.
-La prohibición de expulsar a los médicos por la sola expresión de ideas diferentes a las de la medicina ordinaria. El diálogo y la confrontación entre las diferentes ideas siempre ha enriquecido a la ciencia, que cambia y evoluciona. No sobrevaloremos nuestros miserables conocimientos actuales.
-La activación oportuna de nuevos protocolos de tratamiento en todos los hospitales de Covid19 que, además de garantizar la salud del personal sanitario, prevean el uso de vitaminas, minerales, ozonoterapia y todos los tratamientos naturales y de bajo costo efectivo y documentado, acompañando gradualmente con fármacos de mayor riesgo de efectos secundarios sólo en caso de agravamiento, y activando sólo para la fase de crisis o precrisis el uso de fármacos inmunosupresores y heparina.
-La disponibilidad inmediata para toda la población de pruebas serológicas de IgM e IgG (anticuerpos) que pueden permitir de inmediato tanto vigilar el estado de propagación del virus en diferentes zonas como dar la posibilidad a los que son IgG+ de reanudar sus vidas sin ninguna limitación.
-En una hipótesis de propagación gradual de la inmunidad viral, se debe prestar especial atención a la población frágil: ancianos, obesos, hipertensos, diabéticos, infartantes (las categorías más afectadas). Al tiempo que se respeta el derecho a la elección de la atención, no se puede dar ninguna que sea obligatoria, salvo temporalmente, sino sólo recomendaciones firmes e información detallada sobre los riesgos de infección. --Una persona frágil debe poder elegir entre arriesgarse a morir abrazando a su nieto o permanecer viva encerrada sin ver a nadie.
-Una fuerte campaña de información sobre los riesgos de un mal estilo de vida y cómo ese estilo de vida aumenta el riesgo de infección. ¿O queremos que nos obliguen a llevar máscaras toda la vida y que ya no podamos abrazarnos para permitir que alguien fume y se hinche con medicametos y dulces, desdeñando cualquier tipo de movimiento físico? Todo el mundo seguirá siendo libre de hacerse daño, pero al menos el Estado no podrá decir que son cómplices.
-La prohibición, al menos en este momento, de la publicidad de medicamentos y productos de confitería de engorde en las redes de televisión y en los periódicos, como ya se está haciendo con el tabaco.
-Ayuda inmediata a las numerosas familias en crisis que, debido a este bloqueo total, han dejado de trabajar y de producir ingresos, de maneras muy simples (por ejemplo, tickets a buen precio para la compra de alimentos). La mejor ayuda para las empresas, en lugar de una limosna, será una reapertura oportuna.
 

Mejores médicos, en un país mejor,

AMPAS