Según el Concordato entre la Santa Sede e Italia, la jurisdicción sobre los lugares de culto pertenece exclusivamente al obispo, no al Primer Ministro, dijo el arzobispo Carlo Maria Viganò a AldoMariaValli.it (29 de abril).
Critica que durante la crisis del coronavirus la Conferencia Episcopal y casi todos los obispos se sometieron al Estado de una manera sin precedentes.
Para él, esto está motivado por conflictos de intereses:
- El Secretario de Estado del Vaticano, Parolin, es el patrocinador político del primer ministro italiano de izquierda, Giuseppe Conte, y ha elegido su lado y no el de la Iglesia.
- Los obispos italianos están involucrados en el negocio de la inmigración ilegal de la cual son beneficiarios y grandes promotores.
Viganò advierte a los obispos que tendrán que responder ante Dios, no ante el Presidente de la Conferencia Episcopal que no tiene autoridad sobre ellos, ni ante el Primer Ministro.
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