Bergoglio logra vaciar la plaza de san Pedro


María Ferraz

Bergoglio logra, con sus ataques a la Iglesia, desanimar a los fieles a tenerlo como pastor y a seguir sus enseñanzas, no en pocos casos, envenenadas. Es por esto que sus audiencias, ya antes del Coronavirus, eran cada vez más exiguas. Está consiguiendo lo que no consiguen los enemigos abiertos de la Catolicidad: alejar de la Iglesia a los verdaderos fieles que todavía practican después de haber ninguneado la Misa, la Confesión y demás sacramentos durante el encierro del virus, y tras humillar el cargo de Vicario de Cristo (que él posee fraudulentamente) arrojándose a los pies de unos políticos africanos o negando el beso a su anillo de pescador, llevando a los católicos a desvincularse de la Cabeza del Cuerpo Místico y por tanto a protestantizarse cada vez más.



Informa en.news:

El Ángelus de Francisco: "No hay nadie" (Niemand da)

Francisco - que es muy popular entre aquellos que no tienen uso de la Iglesia - celebró su discurso del Ángelus en San Pedro y Pablo (29 de junio) frente a una plaza de San Pedro casi vacía.

El periodista alemán Armin Schwibach escribió en Twitter.com, "Aquí no hay nadie".

Francisco habló de tomar en serio las exigencias del Evangelio, "incluso cuando eso requiere sacrificio y esfuerzo". Esto es lo opuesto a lo que escribe en Amoris Laetitia.



Un grupo de jóvenes debió enojar a Francisco porque recibieron su bendición de rodillas.