Sacerdote opina sobre las nuevas letanías bergoglianas


Entrevista al sacerdote Don Mangiarotti



¿Maria solacium migrantium? Un forzamiento": está convencido y lo dice en esta entrevista que nos ha concedido, Don Gabriele Mangiarotti, director de Cultura Cattolica.

Don Gabriele, se han añadido tres nuevas invocaciones a las Letanías Lauretanas y una de ellas es Maria aiuto dei migrantium. ¿Eso te convence?

"Leí lo que Monseñor Negri le dijo. Sinceramente, no encuentro la necesidad de estos continuos cambios, aunque creo que el Padre Nuestro era aún más serio. Además, no me convence, evangelio en mano, que María sea comparable a una emigrante cuando se fue a Egipto" (NT: según Bergoglio y su pandilla).

¿Y qué?

"Es un forzamiento que obedece a la lógica de lo políticamente correcto y a la orientación socio-pastoral del presente pontificado, una dimensión de la fe que es predominantemente horizontal. Juan Pablo II también añadió los misterios de la luz, pero tenían y tienen una profundidad diferente, un sentido muy alto de trascendencia".

Pero, ¿era necesario hacer una referencia explícita a los inmigrantes?

"No. Las letanías en sí mismas contienen una invocación a toda la humanidad que sufre, por lo tanto también a los que emigran. Aquí es como si quisiéramos magnificar un respeto particular respecto al general con un innecesario photoshop. Pero entonces me pregunto, ¿por qué no poner letanías específicas para los niños abortados, para las familias en crisis, para los pensionistas, para la maternidad denegada? Corremos detrás de la sombra de la corrección política y el frenesí del cambio, olvidando la tradición. Sin embargo, en mi opinión, la gente seguirá recitándolas como antes. Hay muchas otras amenazas a la fe y a los cristianos en el mundo. Sin embargo, yo no las habría introducido (en las letanías)".

¿Qué opinas de la moda de arrodillarse y dar puñetazos (de ciertos obispos en pro de las revueltas de Black Lives Matter)?

"Un estúpido gesto simiesco que no es religioso. Prefiero preguntarme cuándo harán el mismo alboroto por los cristianos asesinados. En los Estados Unidos, con gran incivilidad, destruyeron las estatuas de Cristóbal Colón y del hermano Junípero Serra, el iniciador del cristianismo en esas tierras. No he escuchado palabras de acusación de las altas esferas de la Iglesia Católica, y menos aún de la política, el mundo de la cultura o el deporte".

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