FUZHOU, China, 23 de junio de 2020 (LifeSiteNews) - A una viuda católica de la ciudad de Fuzhou, provincia de Jiangxi, le han revocado su pensión porque se negó a renunciar a su fe.
Según un informe de Bitter Winter, la anciana había estado recibiendo un pequeño subsidio desde que su marido murió en 2018. A finales de 2019, las autoridades locales amenazaron con suspender el subsidio a menos que retirara las imágenes de Jesús de su casa. "Porque el Partido Comunista te alimenta, sólo debes creer en él, no en Dios", le dijeron. Cuando se negó a quitar las imágenes de Jesús, cancelaron su subsidio. "Se ha vuelto difícil mantener la creencia en Dios debido a la persecución religiosa", le dijo a Bitter Winter.
Reggie Littlejohn, fundadora y presidenta de Derechos de las Mujeres sin Fronteras, declaró: "Es una pena y una indignación que las viudas y otros ancianos se vean obligados a renunciar a su fe para recibir estipendios". Para muchos, pueden necesitar estos fondos para sobrevivir. Es un patético acto de cobardía forzar a las viudas desesperadas a elegir entre su supervivencia y su Dios. Esta viuda, que se negó a renunciar a su fe potencialmente frente a la pobreza abyecta, es heroica.
"Esta forma de persecución religiosa", continuó Littlejohn, "está aumentando en la zona de China donde tenemos nuestra campaña "Salva a una viuda". Acabo de ser informado de que en nuestra zona, un funcionario del gobierno ha instruido a nuestras viudas para que se queden en casa los domingos y no vayan a la iglesia. También ridiculizó a Jesús, diciendo: "El gobierno chino te da 160 RMB (unos 23 dólares). ¿Cuánto dinero les da Jesucristo?
"Afortunadamente para las viudas de nuestra zona, tienen una respuesta preparada", añadió Littlejohn. "Nuestros trabajadores de campo traen amor y compasión a las viudas, junto con ayuda práctica: un estipendio mensual de 25 dólares que marca una gran diferencia en sus vidas, proveyendo comida y calor. Nuestros trabajadores de campo animan a estas viudas en su fe, y muchos han encontrado una nueva esperanza de que hay un Dios que las ama".
China también tiene una tasa de suicidios de personas mayores que se dispara. La política de un solo hijo ha destruido la estructura familiar en China. En el pasado, los chinos disfrutaban de familias numerosas y no era una carga para los hijos y nietos mantener a los ancianos. Ahora muchos ancianos están completamente abandonados e indigentes, especialmente las viudas mayores. Y la triste solución para muchos es terminar con sus vidas. "Estamos extendiendo una línea de vida a las viudas abandonadas, que están eternamente agradecidas por la ayuda", dijo Littlejohn.