Deplorable mensaje de Bergoglio

María Ferraz

Como ya es habitual, en el "vídeo del papa", salvo raras ocasiones, Dios y Jesucristo brillan por su ausencia, y en cambio el protagonismo, en este caso, corre a cargo del Papá Estado, al más puro estilo marxista. 

Las familias tienen que ser protegidas y socorridas ¿por la providencia de Dios? No, por un Estado antifamilia, pro aborto, pro LGBT y pro eutanasia. 

Ya sabemos que Fco nos manda que obedezcamos a los gobiernos y a la ONU, aunque nos priven injustamente del alimento del alma y, en cambio, nos permitan ir al supermercado, lugar, que al parecer, carece del poder de propagar el virus. Pero en España, curiosamente han sido los obispos quienes han impedido la celebración de la Misa cuando el Estado comunistoide las permitía.

El pseudo vicario no invoca a Dios como un Padre que puede proveer y provee a las necesidades del creyente y le libra de los peligros, si se le solicita con humildad y confianza, por ejemplo, en la santa Misa, o en el rezo del Rosario. No, porque en el vídeo nada hace pensar que se trate de una familia cristiana, sino del típico matrimonio de madre trabajadora con un par de hijos -para que contribuya mínimamente a la huella de carbono-, frente a un padre que parece que está en paro y deprimido. Es decir, de nuevo, un guiño bergogliano al empoderamiento de la mujer.

El gran drama para Bergoglio es:



Y el papel de la Iglesia para Fco, ¿cuál debe ser? Pues el de una ONG psiquiátrica o un consultorio matrimonial que encuentra caminos y soluciones. Nada más. 


Parece que Bergoglio no tiene claro que el fin de la Iglesia es la salvación de las almas, y piensa que es ocuparse de los padres que no quieren jugar con sus hijos o tienen estrés. 

¿Desde cuándo la Iglesia tiene que asumir un papel que no le corresponde? Desde que llegó Francisco al poder, un hombre amigo de los enemigos de Cristo y enemigo de los amigos de Cristo.


¿Recemos por las familias? Sí, pero Fco no propone un motivo sobrenatural, no para que amen más a Dios, ni para que los hijos vivan en gracia, o los padres cumplan con sus obligaciones primarias, la primera de las cual es velar por la salud espiritual del cónyuge y de los hijos, sino para que "sean acompañadas" sea lo que sea lo que signifique eso. 

Qué trágico es que un sujeto semejante se siente en la sede de Pedro, pero más trágico es que haya cristianos que aprueben y sigan los consejos de los "vídeos del papa".