La ley del estado australiano faculta a los funcionarios a quitar la ropa interior por la fuerza para administrar la vacuna
AUSTRALIA OCCIDENTAL, 24 de septiembre de 2020 - El estado de Australia Occidental ha legislado para permitir que los agentes de policía u otros "oficiales autorizados" retengan a las personas y, si lo consideran necesario, les quiten por la fuerza la ropa interior para administrarles una vacuna
LifeSiteNews se ha enterado recientemente de la legislación y está en comunicación con varios residentes de Australia Occidental que, hasta hace poco, desconocían los poderes extraordinarios que la ley estatal otorga al gobierno.
La llamada "fuerza razonable" incluye poderes para aprehender y detener a la persona a la que se aplica la orden y llevarla a un lugar en el que se le exige que se someta a observación médica, examen médico o tratamiento médico o que se le vacune de acuerdo con la orden; y quitar cualquier cosa (incluida la ropa interior) que la persona en cuestión lleve puesta, si… la retirada de la cosa sea razonablemente necesaria para permitir que se realice un examen médico o un tratamiento médico o, en su caso, para permitir que la persona sea vacunada.
En el sitio web del Gobierno de Australia Occidental que muestra "Leyes originales aprobadas" para la legislación de Australia Occidental, el texto se incluye en la Ley de salud pública original de 2016. En el sitio web del Gobierno también se puede consultar una versión actualizada de la ley al 12 de septiembre de 2020, que incluye el mismo texto.
En junio de este año se publicó un artículo de "verificación de hechos" de la Corporación Australiana de Radiodifusión (ABC) sobre el tema, cuando algunos usuarios de los medios de comunicación social se enteraron por primera vez de la legislación y dieron la voz de alarma en línea.
En el artículo de la ABC se afirma que "estas facultades sólo son aplicables en caso de estado de emergencia en materia de salud pública, como se declaró en Australia Occidental el 23 de marzo de 2020, en respuesta a la pandemia de COVID-19".
El Dr. Rocco Loiacono, profesor titular de la Facultad de Derecho Curtin en Australia Occidental, dijo a LifeSiteNews que "no hay base para ninguna emergencia de salud pública ya que no ha habido ninguna transmisión comunitaria del virus en Australia Occidental desde principios de abril".
"El gobierno debería haber declarado la emergencia hace más de meses", dijo Loiacono, "pero por supuesto no renunciarán ahora a estos nuevos poderes".
Blair Cottrell, que se describe a sí mismo como un "carpintero australiano y orador público", declaró en la plataforma de medios sociales Gab que cree que la razón por la que el gobierno ha concedido a los funcionarios el poder de quitar la ropa interior de los individuos es que al hacerlo se facilita la administración de una vacuna a una persona que se resiste físicamente.
"Usted podría leer esto y preguntarse, ¿por qué el Estado querría quitarle la ropa interior por la fuerza para administrar una vacuna?" Cottrell escribe.
"Porque las vacunas se administran por vía IM (inyección intramuscular) y el medio más práctico para inyectar por la fuerza a una persona contra su voluntad sería sujetar a esa persona en posición 'boca abajo', quitarle los pantalones/ropa interior y luego administrarle la droga en la región de los glúteos. Sería mucho más difícil tratar de inyectar la droga en una región muscular alternativa si la persona que se inyectaba se resistía", continuó.
"El punto es que antes de aprobar esta legislación el estado ha pensado realmente en la forma más fácil de inyectar a la fuerza a alguien".
El mes pasado, el primer ministro australiano Scott Morrison anunció que su gobierno había llegado a un acuerdo con la compañía farmacéutica británica Astrazeneca para suministrar a los australianos su vacuna contra el coronavirus de forma gratuita, siempre que la vacuna pase las pruebas clínicas. Unas semanas después de la declaración de Morrison, los ensayos mundiales de la vacuna contra el coronavirus de Astrazeneca, que utiliza las líneas celulares de un bebé abortado, se detuvieron temporalmente después de que un participante en el ensayo del Reino Unido se enfermara.
Poco después de anunciar el acuerdo con Astrazeneca, Morrison dijo primero que la vacuna contra el coronavirus se hará "tan obligatoria como sea posible" antes de retroceder un poco en los comentarios y decir que la vacuna "no va a ser obligatoria" y que "no podemos retener a alguien y hacer que se la ponga".