Habla un vacunado: "Ahora no puedo sentir a Dios"



"Han matado a Dios; ya no puedo sentir a Dios, mi alma está muerta" después de vacunarme. 

María Ferraz

El alma no se mata con una vacuna, sino con el pecado mortal, y resucita con el arrepentimiento de los pecados, con el sacramento de la Confesión -para los católicos-, o un acto de perfecta contrición (por amor a Dios, no por temor al Infierno) si no se dispone de sacerdote en el momento de la muerte.

Quizá lo que quiere decir esta persona es que ha sentido que se "apagaba" la parte del cerebro con capacidad para la mística o trascendencia. No sabemos bien lo que ha ocurrido pero sí que estas personas que quieren vacunarnos están vinculados al satanismo y que hay un fragmento de una conferencia en la que se habla de creara una vacuna para los fanáticos religiosos, que les impedirá rezar (vídeo).

Lo que nos está diciendo el `profesor´ del vídeo que expone los escáneres, es que un virus inactivará el gen que permite, dentro del cerebro, la comunicación con Dios, el pensamiento crítico, la oración. 

Este virus que él llama, curiosamente, coronavirus, sugiere que podría ser esparcido masivamente en la población, no dice cómo, tal vez con los chemtrails. 

Pero al principio de su clase dice que es a través de las vacunas como se puede acabar con los fanáticos religiosos, lo que indica que el virus también podría ir dentro de cualquier vacuna, y no hay que descartar que la "inofensivas" vacunas antigripales o las infantiles lleven este virus de contrabando. 

El `profesor´sólo nombra a los fanáticos musulmanes como meta, pero bien sabemos que la élite asesina está asociada con ellos para invadir y derrocar occidente, y no son el verdadero objetivo, sino los cristianos. 

De cualquier manera, si se está hablando de la marca de la Bestia que nos hará esclavos del demonio, recordemos que si la elegimos libremente, (y en qué consiste se nos mostrará durante el Aviso) producirá una enfermedad mortal como afirma la Biblia, ya que el fin de estos eugenistas es reducir la población, a demás de procurar nuestra condenación eterna.

Publica beforeitsnews.com:

AstraZeneca detiene las pruebas de la vacuna COVID-19 después de que un segundo voluntario "desarrolla problemas neurológicos"

(…) Según fuentes que afirman estar familiarizadas con las pruebas de la vacuna, el segundo voluntario de repente empezó a decir "Han matado a Dios; ya no puedo sentir a Dios - mi alma está muerta", después de la vacuna.

Las encuestas muestran que los americanos son cada vez más cautelosos a la hora de aceptar una vacuna contra el coronavirus. Y a los científicos de dentro y fuera del gobierno les preocupa que los reguladores, presionados por el presidente para obtener resultados antes del día de las elecciones del 3 de noviembre, puedan lanzar una vacuna no probada o insegura. (NT: otros dicen que la vacuna de Trump es inofensiva y que se adelantó para evitar las vacunas de Bill Gates, además no es obligatoria)

Los expertos han estado particularmente preocupados por las pruebas de la vacuna de AstraZeneca, que comenzaron en abril en Gran Bretaña, debido a la negativa de la compañía a proporcionar detalles sobre las graves enfermedades neurológicas de dos participantes, ambas mujeres, que recibieron su vacuna experimental en Gran Bretaña. Esos casos impulsaron a la compañía a detener sus ensayos dos veces, la segunda vez a principios de este mes. Los estudios se han reanudado en Gran Bretaña, Brasil, India y Sudáfrica, pero todavía están en pausa en los EE.UU. Alrededor de 18.000 personas en todo el mundo han recibido la vacuna de AstraZeneca hasta ahora.


El plan de ensayos de 111 páginas de AstraZeneca, conocido como protocolo, establece que su objetivo es una vacuna con una eficacia del 50 por ciento, el mismo umbral que la Administración de Drogas y Alimentos (FDA) ha establecido en su guía para las vacunas contra el coronavirus. Para determinar con confianza estadística si la compañía ha cumplido ese objetivo, tendrá que haber 150 personas enfermas con coronavirus confirmado entre los participantes que fueron vacunados o recibieron inyecciones de placebo.

(…)

La compañía no informó inmediatamente al público sobre los problemas neurológicos de ninguno de los participantes. Tampoco alertó con prontitud a la FDA de que volvía a detener sus ensayos después de que el segundo voluntario del Reino Unido desarrollara una enfermedad y una junta de seguridad independiente pidiera una interrupción temporal, según varias personas familiarizadas con la situación. El director ejecutivo de la compañía informó a los inversores sobre los problemas, pero no los discutió públicamente hasta que la información se filtró y fue reportada por STAT.