Los sacerdotes no deben usar las homilías para “presentar especulaciones médicas o científicas”, escribió el arzobispo de San Pablo y Minneapolis, monseñor Bernard Hebda, en una carta datada el 22 de septiembre en respuesta a una homilía del padre Robert Altier, pronunciada en Crystal el 5 de septiembre
Altier ha cuestionado la gravedad de la crisis del coronavirus, calificando al COVID-19 como un virus artificial utilizado por los políticos para infundir miedo, y ha rechazado por razones morales, las tres principales vacunas en desarrollo.
Hebda escribe que confrontó a Altier, quien se mantuvo firme en sus opiniones, pero reconoció que sus comentarios fueron inapropiados durante la Misa.
Se adjuntó a la carta de Hebda una crítica del Departamento de Salud de Minnesota con respecto a las declaraciones de Altier, que básicamente el arzobispo avaló, excepto la sección sobre las vacunas. Por lo visto, un sacerdote no puede opinar sobre la `plandemia´sin ser regañado.
El Departamento de Salud etiqueta como “falsas” cuatro de las afirmaciones del padre Altier, aunque están corroboradas mediante hechos científicos y opiniones de profesionales médicos:
-El SARS-CoV-2 fue creado por el hombre en un laboratorio,
-Las personas contraen infecciones bacterianas por el uso de mascarillas [durante mucho tiempo],
-Los médicos y forenses están inflando el número de muertes por COVID-19
-Las vacunas contra el coronavirus están diseñadas para cambiar el ARN en el cuerpo de una persona, para que cambien las mismas células de ese cuerpo.
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