Estimado Tosatti, en Stilum Curiae escriben intelectuales, generales, abogados, sacerdotes y prelados, firmando o manteniendo el anonimato.
Todos escriben normalmente cosas muy interesantes, inteligentes y sobre todo verdaderas, tanto que ningún periódico las publicaría.
Muchos de sus colaboradores están preocupados, si no ansiosos, por lo que ha estado sucediendo durante siete años en nuestra Iglesia.
Muchos se refieren explícitamente a lo que dice, escribe, hace o ha hecho, el que hoy se sienta en la silla de Pedro: Jorge Bergoglio.
A veces leemos consideraciones un poco demasiado críticas, que desarrollan reacciones de quienes consideran necesario defenderlo o al menos justificarlo.
Dicen: es el Papa, por Dios, está inspirado por el Espíritu Santo, se le debe respeto y obediencia!
Con demasiada frecuencia hago todo lo posible para encontrar cosas buenas en lo que dice y hago todo lo posible para convencerme de que ese es su verdadero mensaje, que lo condimenta con cosas más agradables para el mundo, para que el mundo le escuche y le permita poco a poco convertir a todos, a todos, de todas las culturas, razas y creencias.
Luego leí el siguiente mensaje de Francisco para el día de oración por el cuidado de la creación.
La intención de ser comprensivo, se derrumbó.
La intención de encontrar una estrategia de conversión diferida en los discursos de Francisco, tratando de convencerme de que quiere decir cosas que atraigan incluso a los más laicistas o a los que pertenecen a otras religiones, para convertirlos, cae por completo.
Hasta ayer había percibido que Francisco estaba elaborando una nueva religión ambientalista y universal, neo-iluminista y naturalista que niega lo sobrenatural. Pero leyendo el mensaje de abajo, estoy cambiando mi impresión.
Lo hace mintiendo, disfrazando la verdad, negando la verdad.
Tan obvio que me sorprende que piense que alguien cree en lo que escribe. El Magisterio de Francisco diría que está orientado a confesarse, a autodenigrarse manifestando falsedades evidentes, causando aversión a su figura, a lo que es.
Hasta el punto de intentar que la figura del Pontífice pierda toda la credibilidad.
Leed:
"La actual pandemia nos ha llevado de alguna manera a redescubrir estilos de vida más simples y sostenibles. La crisis, en cierto sentido, nos ha dado la oportunidad de desarrollar nuevas formas de vida. Se ha podido ver cómo la Tierra puede recuperarse si le permitimos descansar: el aire se ha vuelto más limpio, el agua más transparente, las especies animales han regresado a muchos lugares de los que habían desaparecido. La pandemia nos ha llevado a una encrucijada. Debemos aprovechar este momento decisivo para poner fin a las actividades y objetivos superfluos y destructivos, y cultivar valores, vínculos y proyectos generativos" (Francisco, Mensaje para la Jornada de Oración por el Cuidado de la Creación, 1-9-2020)".
En el Magisterio de Francisco recomendaría: "cuidado con las cosas buenas que contiene", no son Magisterio, engañan e invitan a extrapolar las cosas buenas ignorando las otras (cosas malas), que son su verdadero Magisterio. Pero estoy cada vez más convencido de que, magisterio aparte, quiere destruir la credibilidad de la figura del Papa.