La trampa de Francisco


Más declaraciones de Viganò:

(…)Jorge Mario Bergoglio intenta forzar a algunos Cardenales y Obispos a separarse de la comunión con él, obteniendo como resultado no su propia deposición por herejía sino la expulsión de los católicos que quieren permanecer fieles al perenne Magisterio de la Iglesia. Esta trampa tendría el propósito - en las presuntas intenciones de Bergoglio y su "círculo mágico" - de consolidar su propio poder dentro de una iglesia que sólo nominalmente sería "católica" pero que en realidad sería herética y cismática.

Este engaño cuenta con el apoyo de la élite globalista, los principales medios de comunicación y el lobby LGBT, al que muchos clérigos, obispos y cardenales no son ajenos. Además, no olvidemos que en muchas naciones hay leyes vigentes que castigan penalmente a todo aquel que considere la sodomía censurable y pecaminosa o que no apruebe la legitimación del "matrimonio" homosexual, aunque lo haga en base a su Credo. Un pronunciamiento de los obispos contra Bergoglio sobre una cuestión como la homosexualidad podría llevar a la autoridad civil a procesarlos criminalmente, con la aprobación del Vaticano.

Bergoglio tendría de su lado no solo a la "iglesia profunda" representada por rebeldes como el Padre James Martin, S.J., y aquellos que promueven el "Camino Sinodal" alemán, sino también al "estado profundo". No es de extrañar que en el documental también haya un respaldo al candidato demócrata en las próximas elecciones presidenciales estadounidenses, junto con una desconcertante condena de la política de la Administración Trump, a la que se acusa de separar a las familias que quieren entrar en los Estados Unidos de forma ilegal, cuando la realidad es que el Presidente se enfrenta a la trata de personas y al tráfico de menores.

Así, mientras que a los obispos conservadores americanos se les prohíbe intervenir en el debate político en apoyo al Presidente Trump, el Vaticano se permite interferir casualmente en las elecciones a favor de su adversario demócrata, en unión con la censura de los medios de comunicación social y de noticias de las gravísimas acusaciones contra la familia Biden.

Como católicos, estamos llamados a ponernos del lado de aquellos que defienden la vida, la familia natural y la soberanía nacional. Pensábamos que teníamos al Vicario de Cristo a nuestro lado. Reconocemos dolorosamente que, en este choque de épocas, quien debería guiar la Barca de Pedro ha elegido ponerse del lado del Enemigo, para hundirlo. Recordando el coraje de los Santos Pontífices en la defensa de la integridad de la Fe y la promoción de la salvación de las almas, uno sólo puede observar: ¡Quantum mutatus ab illis! (¡Cómo cambiaron de lo que una vez fueron!)

+ Carlo Maria Viganò, Arzobispo