Wilton Gregory, arzob nombrado por Bergoglio para Washington, permite que Biden profane la Santísima Eucaristía
El presidente Joe Biden comulgó durante la misa del domingo en Washington, a pesar de haber defendido el aborto dos días antes.
El Catecismo de la Iglesia Católica establece que "quien tenga conciencia de haber pecado mortalmente no debe comulgar sin haber recibido la absolución en el sacramento de la penitencia (CIC #1415)".
En 2004, siendo Prefecto de la Congregación de la Doctrina de la Fe, el Cardenal Joseph Ratzinger emitió un memorándum dirigido a los Obispos de Estados Unidos en el que decía
En relación con el pecado grave del aborto o la eutanasia, cuando la cooperación formal de una persona se hace manifiesta (entendida, en el caso de un político católico, como su campaña y voto consistente a favor de leyes permisivas del aborto y la eutanasia), su párroco debe reunirse con él, instruyéndole sobre la enseñanza de la Iglesia, informándole de que no debe presentarse a la Sagrada Comunión hasta que ponga fin a la situación objetiva de pecado, y advirtiéndole de que, en caso contrario, se le negará la Eucaristía.
El cardenal Wilton Gregory ha declarado que no impedirá que Biden reciba la Comunión en la archidiócesis. Al hacerlo, Gregory está llamando el juicio eterno (de condenación) de Dios tanto sobre su alma inmortal como sobre la de Biden. Además, el cardenal Gregory está escandalizando a los fieles al no detener la profanación de la Santísima Eucaristía.
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