Las diócesis de Francia respondieron mayoritariamente de forma negativa al cuestionario de marzo de 2020 de la Congregación para la Doctrina de la Fe sobre la liberalización de la misa de rito antiguo, introducida por el Motu Proprio Summorum Pontificum (2007) de Benedicto XVI.
87 de las 92 diócesis del país han respondido. La mayoría de los obispos quiere que Summorum Pontificum sea revocado porque no dio los "frutos esperados".
La admisión de la Misa Antigua en julio de 2007 supone para ellos el peligro de una "escisión". La coexistencia de la misa en dos formas es "dos mundos que no se encuentran". Según un obispo, "la Eucaristía, que debería unir, divide". Es cierto que hay división en Francia, pero no se puede culpar a la misa de rito antiguo de ello.
Los obispos critican una "mentalidad de resistencia" [al estéril modernismo episcopal] entre los católicos de rito antiguo. Deploran la "crítica a la Iglesia conciliar" y la impresión de "dos iglesias".
Los católicos de viejo rito tienen tendencias monárquicas y "rigoristas", se quejan los prelados. Según ellos, en la mayoría de las diócesis hay una o dos Misas Antiguas con supuestamente 20 a 70 fieles. Cuatro diócesis aún no tienen misa de rito antiguo. Los obispos afirman que en Francia 15.000 fieles asisten a las misas de rito antiguo, lo que hace absurda su teoría del "cisma", ya que en Francia hay más de 40 millones de "católicos". Según PaixLiturgique.com, 67.000 personas - PíoX incluido - asisten a la misa dominical de rito antiguo en Francia.
La mayoría de las misas de rito antiguo se celebran en las diócesis de Fréjus-Toulon (10), Versalles (7) y París (6). En Versalles, el 9% de los católicos practicantes de la diócesis asisten al rito antiguo.
Para los obispos es positivo que las misas diocesanas de rito antiguo eviten el éxodo hacia el PiusX. Sin embargo, observan que rara vez los fieles del PiusX regresan a las diócesis.
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