Puestos de control de la policía se implementaron cerca de la iglesia de Nuestra Señora de Lourdes en Mullahoran (Irlanda), donde el padre Patrick Hughes celebra Misas dando la bienvenida a todo el mundo, desafiando las restricciones del Coronavirus.
El sitio web IrishTimes.com informa de que la Misa de las 10 de la mañana del Domingo de Ramos se retrasó durante casi veinte minutos pues “muchos vecinos” retenidos en los puestos de control de las carreteras que llevan a la iglesia.
El padre Hughes observó que tres coches de policía daban vueltas alrededor de su iglesia. “¿No tienen otra cosa que hacer?” - comentó.
Hughes califica la prohibición de la Misa como un acto sectario contra la Iglesia y la fe, alentado por un gobierno que no cree en Dios. Él dice de sí mismo que “no tiene ningún amigo en la Iglesia”, incluido su obispo.
En la homilía, Hughes observó que "muchas personas quieren que vivamos según su credo”. Para la distribución de la Sagrada Comunión se puso una mascarilla.
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