Un funcionario del Vaticano "ofreció a una prostituta como agradecimiento por un acuerdo inmobiliario de 300 millones de libras en Chelsea".
Un funcionario del Vaticano ofreció supuestamente a un empresario los servicios de una prostituta mientras negociaban la compra por parte de la Santa Sede de una emblemática propiedad londinense por valor de 300 millones de libras, según una sentencia del Tribunal Superior.
Gianluigi Torzi afirmó que Fabrizio Tirabassi, un alto funcionario laico implicado en la adquisición de un bloque de oficinas en Chelsea, también le amenazó de muerte y se jactó abiertamente de chantajear a altos clérigos en Roma.
Torzi, de 42 años, que era un intermediario en la operación inmobiliaria, dijo en una prueba escrita que estaba tan preocupado por el comportamiento del funcionario que lo denunció al Papa Francisco durante una reunión privada. (…)
traducido para RELIGION LA VOZ LIBRE de thetimes.co.uk/profile/sean-oneill