Carbonia, Italia. 06.04.2019
Hemos llegado al límite, pronto quitarán la Eucaristía, la Iglesia de Jesús se vaciará de Él.
Sus hijos tendrán un gran dolor
Porque se quedarán sin el Pan de la Vida Eterna.
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Pon amor y paz en tu corazón, ten el ardiente deseo de abrazar a Jesús.
Hijos míos, hoy estoy aquí en medio de vosotros y dirijo este santo Rosario con vosotros, pongo mis santas manos sobre las vuestras y os bendigo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Amados hijos de la Luz, poneros en camino hacia lo Alto, mirad sólo las cosas de Dios y no las terrenales, necesito vuestra absoluta fidelidad, necesito tener hijos fieles, fuertes soldados en esta batalla contra el demonio.
Hijos míos, estáis atacados por el maligno, estáis rodeados por él porque, donde estoy yo y mi Hijo, allí está él que, como un león rugiente, intenta despedazar a mis hijos.
Confiad en mí, hijos míos, entregaos completamente a mi Corazón Inmaculado y seréis de los que aplastarán conmigo la cabeza de la antigua serpiente.
Mis amados hijos, confiad en Aquel que os habla, confiad en Jesús, escuchad Su Palabra y no sigáis otras situaciones.
Jesús es el que murió por vosotros, para daros la salvación. Jesús dio todo de sí mismo por vuestra salvación; dio todo de sí mismo por sus hermanos y hermanas.
Hoy os toca luchar contra esta situación, entregaros por vuestros hermanos, por los que no han entendido la llamada de Dios y siguen dedicándose a las cosas del mundo.
¡La cultura de la Iglesia es una!
¡Dios está en su Palabra está en su santo Evangelio! No hay terceras palabras, no hay terceros fines, el único fin es llegar a Jesús.
Jesús, que sigue en la cruz y espera a todos sus hijos para abrazarlos de nuevo a Él, los atiende con verdadero amor. Pedid perdón al Señor, arrodillaos ante Él, postraos ante Él y dedicaos sólo a Él.
El tiempo ha terminado, esta antigua historia termina aquí. Todas las cosas que veis hoy en esta tierra desaparecerán por completo porque Dios hará nuevas todas las cosas. ¡Él dará nuevos hogares, nuevo trabajo, nueva vida! Todos seréis nuevos, hijos míos, y gozaréis eternamente del amor del Padre y seréis felices junto a Jesús y María.
En la eternidad cantaréis con los ángeles y los santos. Estaréis al lado del Arcángel San Gabriel, por toda la eternidad, él será el que siempre se complacerá con vuestros deseos porque Dios lo ha marcado como el primer Ángel del Amor.
Os necesito, hijos míos, necesito vuestro sí total a Jesús, necesito vuestra fidelidad absoluta a Él.
Hemos llegado al límite, pronto quitarán la Eucaristía,
la Iglesia de Jesús será vaciada de Él.
Sus hijos tendrán una gran pena porque se quedarán sin el Pan de la Vida Eterna.
Sólo aquellos que con absoluta fidelidad hayan escuchado la Palabra de Dios se encontrarán junto a otros hermanos en los refugios queridos por Dios, para recibir la Santísima Eucaristía.
Vamos, hijos de la Luz, mostrad que sois verdaderos hijos de Dios, verdaderos soldados en esta batalla contra el Diablo.
¡Estoy con vosotros, seré vuestra líder, seré vuestra Reina, vuestra Madre, vuestra Amiga, vuestra Compañera! No tengáis miedo, hijos míos, nada se os quitará y nada malo os ocurrirá.
Adelante, estoy con vosotros, pronto la Luz se manifestará en esta colina.
Estáis al final de un viaje terrenal; estáis a punto de empezar una nueva vida. Gloria a Dios en las alturas y paz en la tierra a los hombres de buena voluntad.
¡Adelante! Estoy con vosotros y os bendigo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén de
¡Viva Jesús y María! (¡ahora y siempre!)
traducido por RELIGION LA VOZ LIBRE de rivelazionidalcolledelbuonpastore.it/