Charles Hoffe es médico desde hace 28 años en la pequeña ciudad rural de Lytton, en la Columbia Británica (Canadá). El pueblo está formado por muchos grupos indígenas y las "Primeras Naciones".
Cuando el Dr. Hoffe recibió 900 dosis de las inyecciones experimentales de COVID-19 de Moderna, administró las dosis a través de la Clínica Médica de Lytton a quienes lo deseaban.
Decidió no inyectarse él mismo.
El Dr. Hoffe informa de que el resultado de inyectar a 900 personas entre la comunidad indígena de las Primeras Naciones fue que 2 personas entraron en shock anafiláctico, una persona murió y otras han sufrido lo que parecen ser discapacidades permanentes. Cuenta que una de sus pacientes sufre tanto dolor ahora, que prefiere la muerte a la vida.
Por el contrario, nadie en la comunidad murió o quedó discapacitado permanentemente debido al virus COVID-19 durante el año pasado.
El Dr. Hoffe informó de estas reacciones adversas por correo electrónico al personal médico de su comunidad que era responsable del despliegue de las vacunas de Moderna, que incluía a farmacéuticos, enfermeras y médicos de su zona, un total de unas 18 personas, según dice.
En su correo electrónico expresaba su gran preocupación por los efectos secundarios que estaba observando, y preguntaba si tal vez deberían suspender las inyecciones durante un tiempo.
Cuenta que en 48 horas recibió una reprimenda muy severa de sus superiores en la Autoridad Sanitaria del Interior, acusándole de provocar "dudas sobre la vacuna" y de que iban a denunciarle al Colegio de Médicos y Cirujanos de BC.
Le prohibieron decir nada negativo sobre las vacunas Moderna emitiendo una orden de mordaza contra él.
El Dr. Hoffe explica que se trata de un método de intimidación que se está utilizando contra otros médicos que tienen demasiado miedo de hablar, porque el Colegio de Médicos y Cirujanos tiene gran autoridad para cerrar las carreras de los médicos, o multarlos fuertemente.
Al seguir viendo más lesiones la semana siguiente, se enfadó mucho por su orden de mordaza. Se le dijo que si tenía alguna duda sobre las inyecciones tenía que ponerse en contacto con el responsable médico de la implantación de Moderna.
Lo hizo, pero al no recibir respuesta, decidió escribir una carta abierta directamente a la Dra. Bonnie Henry, responsable de salud de la Columbia Británica, desafiando directamente su orden de silencio desde que la hizo pública.
He aquí una copia de la carta.
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Dr. Charles D. Hoffe, BSc, MB, BCh, LMCC -Clínica Médica Lytton -Lytton BC V0K 1Z0
5 de abril de 2021
Dra. Bonnie Henry
Funcionaria Provincial de Salud de la Columbia Británica
Ministerio de Sanidad1515 Blanchard Street Victoria, BC, V8W 3C9
Estimada Dra. Henry
La primera dosis de la vacuna Moderna ya ha sido administrada a algunos de mis pacientes en la comunidad de Lytton, BC. Esto comenzó con los miembros de las Primeras Naciones de nuestra comunidad a mediados de enero de 2021. Ya se han administrado 900 dosis.
Me ha alarmado la alta tasa de efectos secundarios graves de este novedoso tratamiento.
De este número relativamente pequeño de personas vacunadas hasta ahora, hemos tenido:
Numerosas reacciones alérgicas, con dos casos de anafilaxia.
Una (presunta) muerte súbita inducida por la vacuna, (en un paciente de 72 años con EPOC. Este paciente se quejó de que le faltaba el aire continuamente después de recibir la vacuna, y murió muy repentina e inesperadamente el día 24, después de la vacuna. No tenía antecedentes de enfermedad cardiovascular).
Tres personas con déficits neurológicos continuos e incapacitantes, con dolor crónico asociado, que persisten durante más de 10 semanas después de la primera vacuna. Estos déficits neurológicos incluyen: mareos continuos e incapacitantes, debilidad neuromuscular generalizada o localizada, con o sin pérdida sensorial. El dolor crónico en estos pacientes es generalizado o regional, con o sin cefaleas.
En resumen, en nuestra pequeña comunidad de Lytton (Columbia Británica), tenemos una persona muerta y tres personas que parece que quedarán discapacitadas de forma permanente, tras su primera dosis de la vacuna Moderna. La edad de los afectados oscila entre los 38 y los 82 años.
Así que tengo un par de preguntas y comentarios:
¿Se consideran estos efectos secundarios normales y aceptables a largo plazo para la terapia de modificación genética? A juzgar por los informes médicos de todo el mundo, nuestra experiencia en Lytton no es inusual.
¿Tiene usted alguna idea de qué procesos de enfermedad pueden haberse iniciado, para estar produciendo estos síntomas neurológicos continuos?
¿Tiene alguna sugerencia sobre cómo debería tratar la debilidad neurológica inducida por la vacuna, los mareos, la pérdida sensorial y los síndromes de dolor crónico en estas personas, o simplemente deberían ser remitidos a un neurólogo? Preveo que seguirán muchos más, a medida que la vacuna se vaya extendiendo. Esta fue sólo la primera fase, y la primera dosis.
En marcado contraste con los efectos nocivos de esta vacuna en nuestra comunidad, no hemos tenido que dar ningún tipo de atención médica a nadie con Covid-19. Así que, según nuestra limitada experiencia, esta vacuna es claramente más peligrosa que la Covid-19.
Entrevista: VIDEO inglés