8 secretos para rezar el Rosario mucho mejor

 


1-Establezca el Rosario como una norma de su plan de vida.
Comprométase: el amor exige compromiso. Disciplina. No se abandone a las ganas. No confunda el sentir con el querer. ¿Tiene usted un plan de vida espiritual? ¿Estaría dispuesto? 2-Tenga varios rosarios, fáciles para rezar, en lugares estratégicos para que no se interrumpa esa norma de amor. 3-Recogimiento Preste atención. Haga acto de presencia de Dios. Rectifique la intención. 4-Adapte el rezo a su personalidad, a su estado de vida y situación del momento. Música / Ilustración-disposición del lugar / Estar quieto o en movimiento / Acompañado o solo / De un tirón o durante el día / En lengua vernácula o en latín. Etcétera. 5-Rectifique la intención cuando se perciba distraído. En paz, serenidad… y hasta buen humor, con amor. Métase de lleno: con ganas, con el ánimo que transmiten los misterios meditados. Pida a su ángel de la guarda. Nunca se frustre por las distracciones o la monotonía. (Recuerde la Fe, la Esperanza y la Caridad.) 6-Concéntrese en los misterios a meditar. Creyendo, amado y dispuesto a obedecer. 7-Adopte la forma más breve que pueda destacando lo esencial. 1. Presentación o introducción, 2. Meditación de los misterios (gozosos, dolorosos, gloriosos, luminosos), 3. Padre Nuestro, Ave María y Gloria. 8-¡Disfrútelo! Tenga muy presente que hacer el santo Rosario es contemplar la persona, la obra y la gloria del Señor Jesús, junto a su santa Madre.