Bergoglio se queja de que no saben vender su propaganda



Francisco se queja de los medios de comunicación de Francisco

Bergoglio está preocupado por los creadores de VaticanNews.va, L'Osservatore Romano, Radio Vaticano y el Centro Televisivo Vaticano, les dijo en un mensaje vinculado a su visita del 24 de mayo en su sede.

Estas sedes -el Departamento de Comunicaciones- fueron creadas en 2015 para reunir a los medios de comunicación de la Santa Sede.

Francisco, conocido por preferir el producto de los oligarcas anticatólicos como La Repubblica, preguntó: "¿Cuántas personas escuchan la radio y cuántas leen L'Osservatore Romano?" - sugiriendo que la respuesta es: "pocos". Instruyó a los medios de comunicación del Vaticano a utilizar sus recursos "para llegar a más gente". 

Y es que las ovejas se van dando cuenta de que Bergoglio no huele a Buen Pastor sino a vicario de Satanás, y que no defiende a la Iglesia ni la doctrina sino que está aliado con los enemigos de Cristo. Pensaba él y los masones que lo catapultaron al papado, que bastaría un baño de falsa humildad y ser el vocero de una misericordia sin arrepentimiento, para aparecer ante los ojos de los hombres como un pontífice al gusto de la humanidad del s XXI. Pero su hipocresía rezuma por sus poros a poco que uno se fije y discierna. 

Todavía quedan muchos católicos por despertar y esperemos que lo hagan antes de que cambien la formulación de la consagración de la Misa y promuevan al Antricristo como verdadera Mesías.

Ya muy pocos están interesados en las herejías y el globalismo cada vez más descarado que Bergoglio propala a través de sus medios. Los católicos, porque le siguen cada vez menos y los no católicos porque sólo utilizan al antipapa -a una con él- para humillar a la Iglesia verdadera. La última perversión vaticana de la Verdad que consistió en un evento con abortistas, new agers y directivos de la vacuna venenosa, seguramente para apoyar la vacunación masiva entre los católicos incautos, fue un fracaso absoluto a pesar del bombo y platillo de la prensa y televisión propagandísticos vaticanos que involucró a famosos (un gurú de la Nueva Era, una modelo, un cantante, o a la hija de los Clinton) para contaminarnos con su ideología basura.

La Santa Sede gasta anualmente más de 52 millones de dólares en sus proyectos mediáticos, empleando a unas 500 personas.


María Ferraz con información de en.news