La revista médica The Lancet ha publicado un informe elogioso sobre los avances de China en materia de salud reproductiva, en el que se alaba la política de un solo hijo del país, al tiempo que se ignora por completo la práctica generalizada de los abortos forzados y el problema ético que supone microgestionar las prácticas procreativas de las familias.
Esta semana, "la Comisión Lancet sobre los 70 años de salud reproductiva, materna, neonatal, infantil y adolescente (RMNCAH) en China" publicó su informe final, que "describe los logros del país y analiza las transiciones políticas y socioeconómicas, y su impacto en las transiciones epidemiológicas y demográficas".
El informe, que parece una pieza de propaganda del Partido Comunista Chino (PCC), alaba de forma a-crítica los resultados de las políticas impuestas por el gobierno comunista de China sin cuestionar en ningún momento su impacto sobre los derechos humanos y las libertades básicas.
"La salud reproductiva, materna, neonatal, infantil y de la adolescencia de las mujeres (RMNCAH) es la base del desarrollo sostenible de las personas, las familias y las sociedades", declara el informe, y añade que desde la fundación de la República Popular China en 1949, "China ha alcanzado logros notables en materia de RMNCAH".(…)
Teniendo en cuenta el gran tamaño y la diversidad del país, "estos logros han sido especialmente impresionantes", prosigue el informe, señalando que nada menos que la Organización Mundial de la Salud (OMS) "calificó a China como uno de los 10 principales países de la llamada vía rápida en materia de salud de mujeres y niños".
Desde la fundación de la República Popular China en 1949, las emblemáticas declaraciones del gobierno de que "las mujeres sostienen la mitad del cielo" y "los niños son el futuro y la esperanza de la patria" no han sido retórica vacía", declara, "sino que han sido respaldadas por un fuerte compromiso político y una serie de leyes y acciones que dan prioridad a los derechos de las mujeres y los niños".
No es de extrañar que el informe haya sido redactado por un equipo de tres personas, todas ellas directamente vinculadas a la OMS, amiga de China. La autora principal, Elizabeth Mason, es la antigua directora del Departamento de Salud Materna, Neonatal, Infantil y del Adolescente de la OMS.
Para "controlar la superpoblación, la grave pobreza y la escasez de recursos", el PCCh promulgó su política de un solo hijo en 1980, señala el informe, que tuvo múltiples beneficios.
"Debido al menor número de embarazos y nacimientos, se redujo la morbilidad materna y la mortalidad", afirma el informe. "Esta política aceleró objetivamente la igualdad de género debido al gran número de hijas solteras que se beneficiaron de todos los recursos del hogar".
El informe reconoce que la política de un solo hijo en China también dio lugar al "uso excesivo" del aborto, añadiendo entre paréntesis que esto incluía el aborto selectivo por sexo, "aunque sea ilegal".
El informe describe cómo el PCCh relajó gradualmente la aplicación de la política de un solo hijo, avanzando hacia la actual política de dos hijos, sin discutir nunca la ética de imponer un límite al número de hijos que puede tener una pareja. El informe tampoco aborda el fenómeno generalizado y bien documentado de los abortos forzados y las esterilizaciones involuntarias que fueron resultado directo de la política del hijo único.
Entre los aspectos positivos de la política del hijo único se encuentra la reducción de la tasa de fertilidad total de China, que pasó de 2,9 en 1979 a 1,6 en 2015,m añaden.
Los únicos efectos negativos de la política reconocidos por el informe son "la disminución de los nacimientos, que condujo a una reducción de la mano de obra necesaria para el crecimiento económico sostenido", "un gran número de abortos selectivos por razón de sexo, lo que dio lugar a un exceso de neonatos varones y a una proporción de sexos desequilibrada", así como "el llamado fenómeno 4:2:1, en el que muchas parejas eran las únicas responsables del cuidado de un niño y cuatro adultos mayores".
Breitbart