San Pedro: ¿Inspiró el cardenal Krajewski el delito?



El cardenal Konrad Krajewski -el `electricista´ de los comunistas de Roma que nunca pagó la factura de la luz de los inmigrantes protegidos por él, okupas de un edificio, y que además ayuda a la prostitución*- inspiró a Francisco a prohibir la celebración de la misa en San Pedro, escribe MarcoTosatti.com (25 de mayo).

Desde entonces, San Pedro es como un museo. Los participantes en las concelebraciones diarias, impuestas por Francisco, se pueden contar con los dedos de una mano. Sólo Krajewski está por encima de la ley.

Cuando era maestro de ceremonias con Juan Pablo II, a Krajewski le molestaba la confusión ocasional en la sacristía de San Pedro mientras los sacerdotes se vestían para celebrar. Por ello, quiso que el rosario se rezara en voz alta para evitar el parloteo.

Luego, se le oyó decir que las "celebraciones individuales" no eran "litúrgicas" y que las misas matutinas "parecían estar en una cartuja del siglo XVIII".

Finalmente, Francisco prohibió celebrar la misa en San Pedro cuando el cardenal Sarah, prefecto de la Congregación de Liturgia, y el cardenal Comastri, arcipreste de San Pedro, estaban jubilados y sus sucesores aún no habían sido nombrados. Según MarcoTosatti.com, a partir de septiembre se aplicarán más restricciones litúrgicas en San Pedro.

El 25 de mayo, Francisco también anunció que el Preseminario San Pío X se trasladará del Palacio San Carlo del Vaticano a otro lugar. Esto asegurará que sus ex alumnos no estén disponibles como monaguillos cuando un sucesor de Francisco decida revertir la prohibición de la misa en San Pedro.


*En diciembre de 2020 Francisco apoyó a 30 prostitutos travestis de Torvaianica, Roma, a las que los medios de comunicación italianos de Francisco llaman tímidamente con el término inglés "sex workers"

Francisco envió una ambulancia del Vaticano para proporcionar a los prostitutos pruebas gratuitas de Covid-19 y vacunas gratuitas contra la gripe.

Esta iniciativa fue iniciada por el párroco local, el padre Andrea Conocchia, que se quejó al limosnero papal, el cardenal Krajewski, de que los prostitutos no podían "seguir trabajando" y vivían con miedo porque no sabían si los "pocos clientes que quedaban" estaban sanos.

En agosto de 2016, Francisco escribió en el prólogo de un libro del padre Aldo Buonaiuto que la prostitución es un "crimen horrendo" y que "cualquier forma de prostitución es una reducción a la esclavitud, un acto criminal, un vicio repugnante que confunde hacer el amor con desahogar los instintos."

En abril de 2020, Francisco ofreció dinero a los prostitutos de Torvaianica.

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