Bergoglio y su bofetada al latín

 


Las misas de nuevo rito en la Basílica de San Pedro deben celebrarse en italiano, según anunció un tal monseñor Franco Camaldo en un ukase del 29 de junio reeditado por MessaInLatino.it.

Esta medida es una bofetada al Vaticano II, que decreta que "el uso de la lengua latina debe conservarse en los ritos latinos" (Sacrosanctum Concilium, 36). 

Sólo el Gloria, el Sanctus, el Padre Nuestro y el Agnus podrán ser ocasionalmente en latín. La decisión de hacerlo depende del Prefecto o del Maestro del Coro de la Capilla Sixtina. Las lecturas y la Oración de los Fieles pueden ser en varias lenguas, excepto en latín.

En el futuro, también el Capítulo de San Pedro se verá obligado a cantar la Liturgia de las Horas en italiano, manteniendo la melodía gregoriana -lo que es imposible con un texto en italiano- y manteniendo sólo algunas partes en latín: Himno, Antífona, Benedictus, Magnificat y Padre Nuestro. El latín en la Liturgia de las Horas se suprimirá cuando estén listos los cuadernos italianos correspondientes.

En la lista de lenguas del mundo por número total de hablantes, el italiano ocupa el lugar 27, después del javanés y antes del punjabi occidental. Esta medida parece reflejar la animadversión personal de Francisco contra el latín, además debido a su escasa formación teológica su latín también es pobre.


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