Carbonia 21 de noviembre de 2017
Queridos hijos, vuestra Tierra está a punto de sufrir una gran catástrofe, un gran terremoto sacudirá la Tierra y todos los hombres se arrodillarán ante Mí, me pedirán ayuda.
PREPARAOS PARA EL ENCUENTRO CON EL ANTICRISTO
Hijos Míos, amados de vuestro Señor, permaneced en Mí, buscadme en Mi Santo Altar y alimentaros de Mí para entrar en comunión Conmigo.
En la noche de la Santa Navidad, os llevaré a Mí, os pondré en Mi Sagrado Corazón y os alimentaré en Mí.
Serán los nuevos hijos del Amor y podrán discernir el bien del mal. Os llenaréis del Espíritu Santo y Me celebraréis a Mí, vuestro Dios-Amor.
No esperéis a ver para convertiros, poneos en estado de pureza y proclamad el Reino de Dios en la Tierra.
¡Todo es inminente!
Mi triunfo será con todos los que Me sigan en obediencia y amor.
Vosotros, los que permanecéis fieles a Mi Ley, a Mis Mandamientos, recibiréis los dones del Espíritu Santo y entraréis en un nuevo amor, el amor eterno y perfecto en Mí, el que Yo Soy.
Amados hijos, vuestra Tierra está a punto de sufrir una gran catástrofe, un gran terremoto sacudirá la Tierra y todo hombre se arrodillará ante Mí y Me pedirá ayuda.
Estad en unión Conmigo, no abracéis falsas ideologías, mostraos como hijos fieles y seguidme abrazados a María, Mi Madre, Ella que ahora vendrá a reuniros para realizar con vosotros el Servicio a Dios Padre, en fidelidad y amor, a Aquel que es Amor.
Serviréis a Dios Padre convirtiéndoos en suyos, en todos suyos, colaboraréis con María, a su lado, en el desafío final y victorioso contra Satanás. Vosotros, talón de María, fieles al Amor, triunfaréis en la batalla.
Ella os llenará de todo Mi Bien, estraéis radiantes en Mí y Me seguiréis más allá de este mundo, conoceréis el universo y acompañaréis a Mis Ángeles y a Mis Santos, caminaréis felices para siempre junto a Mí vuestro Dios y vuestro Padre, Me acompañaréis con himnos de gloria y Me celebraréis siempre con amor y fidelidad.Venid, el tercer secreto de Fátima se está cumpliendo ante vuestros ojos, vosotros seréis los que triunféis con María.
Es el comienzo de la nueva vida que os espera, hijos míos, es la vida eterna que os espera para estar alegres en el Rey Gozoso del Amor infinito.
¡Victoria est!