Revelaciones desde la COLINA DEL BUEN PASTOR
Carbonia 19bis Junio 2021
Hemos llegado a la hora predicha en Fátima.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén
Mis queridos hijos, soy la Virgen del Carmelo, vengo aquí entre vosotros con todo el amor de una Madre para llevaros a la victoria final sobre Satanás.
Vengo a llevar a mis hijos tras mi estela, vengo a cumplir la Voluntad del Padre.
Dios me ha enviado entre vosotros para salvar a sus hijos, para poder con vosotros completar este proyecto de salvación.
La hora es oscura, hijos míos, a estas alturas todo se detiene, este mundo está a punto de extinguirse definitivamente, pero aquellos que sigan el Amor de Dios, que estén en el Amor del Padre, tendrán la ayuda del Cielo, otros, sin embargo, que han elegido seguir al enemigo infernal tendrán que sufrir mucho.
Hijos míos, todavía habrá muchas conversiones, pero mientras tanto, experimentaréis mucho sufrimiento en esta tierra.
El alba del nuevo día está a punto de amanecer de nuevo en la Tierra. Jesús traerá su Cielo a esta Tierra y todo será renovado y estará en la belleza de Dios Padre, en la belleza que Él mismo ha creado para todos sus hijos.
Vamos hijos míos, esta es la hora de la gran batalla, estamos ahora en el desafío final, ... ¡preparaos! ...Tan pronto como oigáis tronar los cielos, la ira de Dios vendrá sobre la Tierra, pero sus hijos serán llevados a otro lugar.
Vamos, estoy con vosotros en esta Colina, estoy con vosotros en vuestras casas, estoy con vosotros en vuestros corazones, estoy siempre a vuestro lado, sólo os pido que consoléis el Corazón de mi Hijo Jesús, que estéis unidos en la oración y que os améis los unos a los otros; poned a Dios en el primer lugar de vuestra vida, ya no hay otras situaciones que seguir, ¡sólo está Dios, la oración!
Hijos míos, hemos llegado a la hora predicha en Fátima, estamos en el desafío final, la falsa iglesia morirá y la Iglesia de Cristo triunfará.
Vayamos a la batalla fuertes como leones, os daré de mí, ...el Espíritu Santo estará sobre vosotros.
Te bendigo, uno Mis manos a las tuyas y juntos vamos fuertes sin ningún miedo contra el desafío final. Luchemos con el amor de Dios, luchemos con fuerza, ...¡vamos confiados en nuestra victoria en Dios! Amén