Joven planta un rosario y una Virgen en la cima del mundo


Abraham Tagit Sorang,  ha sido el más joven de Arunachal Pradesh (India) en escalar el monte Everest, el más alto del mundo, y el primero en colocar sobre su cima una imagen de la Virgen María y un rosario.

Además de la Virgen, tenía un mensaje antiplástico salesiano-bergogliano: " Di no al plástico, salva la tierra), lástima

Abraham tiene 24 años y pertenece a la parroquia de Santa María, en Itanagar

El joven es un gran devoto de la Virgen María, por ello siempre la tiene presente en todas sus expediciones. Su viaje al Everest no fue la excepción, pues llevó consigo una pequeña estatuilla mariana y un rosario, que plantó sobre la nieve al llegar a la cima de la montaña, el 31 de mayo, durante el mes de María.

Abraham nació el 30 de junio de 1996 en la aldea de Soraph, distrito de Kra-Daadi, y pertenece a la tribu Nyishi, en India, casi en la frontera con la región autónoma china del Tíbet. India es un país con más de 1.300 millones de habitantes, donde la religión mayoritaria es el hinduismo y los cristianos representan solo el 4,9% de la población, según Open Doors.

Sus padres eran bautistas y, si bien su familia era muy pobre, pudo asistir a la escuela y a la universidad estatal “Dera Natung”, en Itaganar. Desde muy pequeño el joven siempre estuvo cerca de Dios y de María, pues fue educado en colegios católicos parroquiales.

“Yo asistí al colegio claretiano desde el preescolar y sentí un fuerte llamado a ser católico. En el año 2000 me uní a la Iglesia Católica”, dijo En 2019, Abraham hizo sus promesas como salesiano cooperador, y con el tiempo sirvió como guardián en un internado del Centro Juvenil Don Bosco en Itaganar. También apoyó a la ONG Childline, organización dedicada al rescate y rehabilitación de jóvenes en situación de riesgo, señaló ANS.

La agencia salesiana señaló que escalar el Everest era un sueño que Abraham guardaba en su corazón desde hace muchos años y que “nunca perdió la esperanza” de lograrlo.

El joven se involucró en el mundo del alpinismo desde el año 2013, cuando tuvo la oportunidad de asistir a un curso básico de este deporte en Dirang; y luego, entre el 2017 y 2019 logró escalar con éxito “varios picos de gran importancia”.

El valiente joven relató a Asia News que “no fue fácil llegar a la cima del Everest”, no solo por el entrenamiento físico que realizó, sino porque no podía costear la expedición. “Fueron necesarios cuatro años de preparación. Y en determinado momento las dificultades económicas hicieron que la meta fuera casi imposible”, dijo.

Para Abraham fue esencial el apoyo de la Virgen María y de su comunidad católica, que hizo “una colecta de fondos por Whatsapp para ayudarme”. La agencia salesiana señaló que este año Abraham logró recaudar el monto que necesitaba a través de un préstamo y del apoyo de amigos y benefactores.

“Tengo que agradecer a la Asociación Católica de Arunachal Pradesh, sin la cual esta aventura ni siquiera habría comenzado […]. Me sentí apoyado por mucha gente de este Estado y por la intercesión de la Virgen María”, dijo Abraham a Asia News.

Abraham relató a la agencia salesiana que en mayo llegó al Campo Base II, en Nepal, desde donde emprendió la subida al monte Everest. Dijo que debido a las inclemencias meteorológicas, la mayoría de alpinistas no continuaron y regresaron a sus países; e incluso el guía del grupo quiso regresar, pues la subida sería “extremadamente peligrosa”, pero él mantuvo la fe.

“Sorang Abraham sabía que otro viaje sería imposible para él. Y empezó a rezar, rezó el Rosario y leyó la Biblia pidiendo al Señor que le diera buen tiempo. El 29 de mayo el clima mejoró y el 30 de mayo comenzaron el ascenso a la cumbre”, señaló la agencia salesiana.

Llegaron a las 8:45 a.m. del día siguiente, fiesta de la Visitación de María. Allí, de pie en la cima del mundo, Sorang Abraham dio gracias a Dios prometiendo entregar su vida al Señor”, agregó.

Según la agencia salesiana, si bien Abraham está “feliz de haber realizado su sueño, hoy dice ser consciente de que la montaña más difícil de escalar es la de la santidad, a la que pretende llegar a través de su servicio” a la Iglesia.



ACI