Para que no seáis engañados por el falso cristo y la falsa iglesia




Enero 10/10 


Hijos míos: yo soy la Reina del Santísimo Rosario. Reina que quiere recibir de cada uno de vosotros ramos de rosas perfumadas y de vivos colores. Rosas que sembraré en uno de los jardines del Cielo. Rosas que serán cultivadas por mis purísimas manos. Rosas con las que haré una preciosa corona para ceñirla en vuestra cabeza el día que entréis a gozar de la presencia perpetua de Dios. Yo soy la Reina del Santísimo Rosario y como Reina del Cielo y de la tierra os llamo a esta oración diaria, oración sencilla y fervorosa; oración que hace palpitar mi Inmaculado Corazón de amor por todos vosotros; oración que hace que os abrase con la Llama de mi Amor Santo. 

Oración que ensancha mi Corazón Virginal para daros albergue en este final de los tiempos porque la humanidad corre riesgo de perderse, porque muchos hombres se han apartado del camino de la salvación.


Yo soy la Reina del Santísimo Rosario: tomad en vuestras manos esta arma poderosísima, arma que derrotará y encadenará a satanás, arma que os revestirá de una fuerza sobrenatural para que resistáis la gran prueba que se os aproxima, arma que os dará el coraje para no dejaros amilanar en los 42 meses en que el hijo de la perdición ocupe el puesto que no le pertenece, arma que os mantendrá ocultos bajo los pliegues de mi Sagrado Manto, de tal modo que os hagáis invisibles frente al adversario y su ejército sanguinario.


Yo soy la Reina del Santísimo Rosario y os pido, hijos de mi predilección, que recéis la corona completa diariamente para que no seáis confundidos ni engañados por el falso cristo y la falsa iglesia.


Yo soy la Reina del Santísimo Rosario y os llamo con urgencia e insistencia a una cruzada del Santo Rosario. Cruzada que prepara a la humanidad para el gran aviso; aviso que está muy próximo, porque debido a la sobreabundancia y proliferación del pecado el tiempo se ha abreviado y Dios se manifestará al mundo entero con un último gesto de misericordia.
Yo soy la Reina del Santísimo Rosario y extiendo mi invitación a todo el mundo de rezarlo porque la apostasía está llegando al punto culmen, la difusión del error está sacando a muchos de mis hijos de la verdad, los está llevando a gestar el gran cisma, hecatombe para la Iglesia.

Yo soy la Reina del Santísimo Rosario y os insisto en, esta, mi oración predilecta, oración que poco se reza en familia porque la televisión y la internet son las cajas negras de las casas, son las puertas abiertas que llevarán al infierno un número indeterminado de almas.

Yo soy la Reina del Santísimo Rosario y convoco a todos los soldados rasos de mi Ejército Victorioso a batallar contra el dragón rojo y la bestia negra para que juntos les debilitemos porque el Santo Rosario es arma letal para todos los espíritus del mal.

Yo soy la Reina del Santísimo Rosario, oradlo con vuestros labios, con vuestro corazón, es la mejor defensa contra satanás. Os recuerdo: legiones de demonios han sido soltados del infierno para seducir y engañar.
Yo soy la Reina del Santísimo Rosario, permaneced en mi presencia con esta bellísima oración, el Santo Rosario. Las almas marcadas por Jesús, por San Miguel Arcángel o por mí deben ser devotísimas del Santo Rosario que os hará santos; devoción que os dará la gracia de repudiar lo mundano y el pecado.

Yo soy la Reina del Santísimo Rosario, oradlo frecuentemente porque cesarán las advertencias del Cielo; advertencias que son poco escuchadas por los hombres; el mundo está avocado a la gran purificación, purificación que transformará la tierra, la naturaleza volverá al orden primero, para la cual fue creada.

Yo soy la Reina del Santísimo Rosario, ato a los elegidos con esta prodigiosa cadena de amor; el adversario perseguirá cruelmente a mi resto fiel, maltratará en forma inmisericorde a todos los que profesen ser almas Eucarísticas y Marianas, pero no tengáis temores, consagraos a mi Inmaculado Corazón que yo os defenderé del maligno, aplastaré la cabeza de la serpiente con mi talón. Hijos carísimos: rezad el Santo Rosario para que debilitéis a satanás, no podrá atacar a ninguno de mis hijos porque yo los ampararé contra toda asechanza. Rezad el Santo Rosario; os recuerdo: es el arma poderosa que encadenará a satanás en este final de los tiempos, es el arma poderosa con la cual lo derrotaréis; es el arma poderosa con la que anticiparéis el triunfo de mi Inmaculado Corazón y el Reinado del Sagrado Corazón.


A Agustín del Divino Corazón