La católica Marty Couri escribió una carta al director del Journal Star, de Illinois. Couri dice de sí misma que "durante mis 58 años de vida, sólo ha habido un puñado de domingos en los que no he asistido a la iglesia ". Tiene una pregunta para su obispo Daniel Jenky, y otros líderes religiosos: ¿Adónde han ido a parar sus voces? ¿Y su liderazgo en los últimos años? ¿Cómo han llegado a la posición en la que están si no quieren pastorear?
Couri explica que nuestra sociedad necesita y anhela más que nunca el liderazgo y la guía espiritual, y no la cobardía que se plantea. Para ella, la falta de valor es asombrosa. Cita: "Buscamos pastores que nos guíen, ¿y se preguntan por qué sus bancos están cada vez más vacíos? Salvo unos pocos sacerdotes valientes en todo el país que han tenido el valor, no oímos nada. Desgraciadamente, esos mismos sacerdotes están siendo atacados con saña por sus propios obispos y están siendo despojados de sus parroquias."
Para Couri, es triste decirlo, pero los obispos son unos cobardes que carecen de verdadera convicción. Su evaluación: "En la Iglesia católica de Peoria, no hemos tenido un verdadero liderazgo desde principios o mediados de los años 80, es decir, casi 40 años". Sugiere que tal vez sólo necesitamos contratar a un muy buen administrador para dirigir nuestra diócesis y ahorrar el dinero del puesto de obispo. Cita: "Necesitamos obispos al estilo de Cristo que hablen cuando vean injusticias y males en la sociedad que arrastran a los fieles".
Nuestro país se está ahogando en un maremoto de pecado y los obispos deciden no mover un dedo. Muestren un verdadero liderazgo y la gente los seguirá. Pero, como siempre, todo comienza en la cima con nuestro llamado Papa, el obispo de Roma. Qué decepción para los fieles. No puedo nombrar a cinco católicos que piensen que él sea bueno para la iglesia. Hay una razón por la que más de un santo ha dicho algo parecido a "las calles del infierno están pavimentadas con los cráneos de los obispos".
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