SYDNEY - El arzobispo de Sydney está presionando a sus obispos, sacerdotes y diáconos para que se vacunen, casi un año después de que se opusiera al pinchazo del aborto por motivos éticos.
Los obispos guardan silencio mientras los manifestantes desafían el régimen draconiano
Fisher, señalando que el Papa Francisco y "la mayoría o todos los obispos de Australia, y la mayoría del clero han dado este buen ejemplo."
Previendo la introducción de pasaportes de vacunación para visitar a los enfermos en hospitales, residencias e incluso visitas a domicilio, el prelado advirtió que un clérigo que se negara a la vacunación "le imposibilitaría realizar partes importantes de su ministerio."
Clero consternado
Church Militant obtuvo una copia de la carta del arzobispo y, bajo condición de anonimato, habló con varios sacerdotes de Sidney que expresaron su angustia por la sutil imposición de Fisher de la vacunación obligatoria.
"Como sacerdote, me apena profundamente que cualquier obispo recomiende al clero que acepte la vacunación que de alguna manera implica el uso de células fetales abortadas en el proceso de producción, prueba o confirmación", dijo un sacerdote de alto rango
"Han perdido su credibilidad como defensores de la vida se lamentó otro sacerdote.
El clero de Sidney también criticó a los obispos por plegarse a los cierres draconianos mientras grupos laicos en gran número se enfrentaban a la brutalidad policial y participaban en protestas públicas por la libertad en Sidney, Melbourne, Brisbane y otras partes del país.
"Los obispos han sido muy complacientes con los gobiernos estatales, hasta el punto de que varios clérigos se preguntan si los obispos han sido pagados, o quizás amenazados", dijo un sacerdote de una parroquia urbana. "En este último caso, puede ser la amenaza de quitar la financiación a la educación católica".(…)
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