Revelaciones desde la COLINA DEL BUEN PASTOR
Carbonia 3 de agosto de 2021
Despertad, hombres, despertad. El desastre ya está encima de vosotros.
Las horas de la noche llegan a su fin, el sol se duerme en la Tierra, la luna sale, su luz atraviesa la oscuridad. El hombre descansa, el silencio cae sobre el mundo. Las estrellas brillan en los cielos, el Dios del Amor Eterno bendice a Su pueblo y atrae a los lejanos hacia Él.
Entregaos a Mí, criaturas Mías, venid a Mi presencia fuertes en Mí, libres de pecado. Amadme, criaturas Mías, aclamad Mi Santo Nombre, implorad Mi divina intervención en esta Tierra helada de amor, pedidme ayuda para los pecadores y rogad por su arrepentimiento.
Es hora de una conversión urgente, hijos Míos; no os quedéis tomando el sol en las playas, porque el trueno será repentino y la tormenta terrible. Cuidad vuestras almas, hijos Míos, rezad el Santo Rosario, consagraos urgentemente al Corazón Inmaculado de María. No esperéis a ver lo que pronto se desatará ante vuestros ojos; yo, Dios Creador, estoy llamando a la humanidad a la conversión y a abandonar lo que se perderá para siempre. Aferraos a Mí, hijos Míos, todo lo que os rodea está a punto de terminar, nada quedará en pie de lo que veis hoy porque estoy haciendo nuevas todas las cosas: es la purificación, es el paso a la nueva vida para los elegidos de Dios.
Limpiad vuestros corazones de pecados, purificaos, hijos Míos, postraos ante el Crucifijo y pedid humildemente perdón por vuestros pecados, con verdadero arrepentimiento, pedidme que os perdone para que escuche vuestra súplica.
Arrepentíos, hijos Míos, el tiempo de gran dolor se acerca; no desperdiciéis esta oportunidad que Dios os da ahora, antes de que llegue la traición. La hora es nefasta, la Antigua Serpiente juega sus cartas de forma sorprendente y vosotros no entendéis su juego porque vivís de él, consentís sus leyes blasfemas, estáis engañados pero no os dais cuenta de nada.
Despertad, hombres, despertad. La guerra está en marcha, el desastre ya está sobre vosotros, no hay más tiempo para las cosas del mundo, proveed a vuestra urgente purificación.
¡Dios salva!