Schneider tiene la prueba: Ni un solo contagio por comulgar en la boca
Es un abuso de poder episcopal imponer el tomar la Comunión con la mano con el pretexto de Covid-19, dijo el obispo Schneider a Mia Barhouche en una entrevista en francés durante una reciente visita en el Líbano
Schneider subraya que tomarla con la mano no es "más seguro" que recibir la Sagrada Comunión y no protege mejor contra una infección de virus, sino todo lo contrario. En Kazajstán, los obispos sólo han permitido recibir la Sagrada Comunión (en la boca): "Nadie se ha infectado hasta ahora. Ni un solo caso de contagio". Schneider lo califica de "demostración empírica" y de "hecho innegable".
Obligar a los fieles a coger la Comunión con la mano es una tragedia espiritual, peligrosa, minimalista y "muy cercana a la desacralización", explica Schneider. "No podemos tratar así a nuestro Dios". Señala que agarrar la Comunión hace que las partículas de la hostia caigan al suelo y sean pisoteadas [lo que ES una profanación].
Además, Schneider observó que las vacunas Covid-19 (20:00) están todas contaminadas con líneas celulares de niños abortados que serán la base de una horrible industria fetal. Por lo tanto, "no es posible recibir esta vacuna". Schneider también advirtió que las vacunas no están suficientemente probadas y que pueden ser un peligro para la salud.
La Traditionis custodes de Francisco (38:00) es para Schneider "trágica", una "herida", "injusta" y tan drástica que acabará suprimiendo la misa romana. Observa que en sus primeros días, algunos obispos prohibieron completamente la misa romana en sus diócesis. Sin embargo, Schneider espera que la misa continúe en las catacumbas y que salga victoriosa porque es una obra de Dios.
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