En la historia de la Iglesia, muy pocos Papas, la mayoría de ellos mártires de los primeros siglos, fueron canonizados. Por lo demás, la mayoría de los pontífices fueron mediocres o malos. Sólo desde el Vaticano II, TODOS menos Juan Pablo I han sido declarados beatos o santos, aunque todos ellos presidieron una Iglesia decadente, la que promovió la peor crisis y decadencia que ha visto la Iglesia desde que fue fundada por Cristo.
Juan Pablo I, el Papa “de la sonrisa” que reinó solamente 33 días en 1978, será “beatificado” probablemente el próximo año.
La biógrafa y vice postuladora de su causa, la periodista Stefania Falasca, amiga personal de Francisco desde hace mucho tiempo, declaró el 27 de agosto en el diario homosexualista Avvenire, de la Conferencia Episcopal Italiana, que el proceso ha llegado a la fase final.
La causa se abrió en noviembre de 2003 en Belluno-Feltre, diócesis natal de Juan Pablo I. Está respaldada por 188 testigos, entre ellos Benedicto XVI. El “milagro” utilizado para ello es la curación de una niña argentina que padecía una grave enfermedad cerebral.
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