La Arquidiócesis de Moncton, Canadá, anuló la política de que los católicos debían estar vacunados contra el Covid antes de entrar en las iglesias.
La orden se anunció el 17 de septiembre y se retiró el 24 de septiembre.
Tras reunirse con el personal sanitario del gobierno, el arzobispo Valery Vienneau decidió que "no se requiere ninguna prueba de vacunación" para las misas dominicales o entre semana, los bautizos y los grupos de oración, entre otros.
Las diócesis canadienses acordaron la obligatoriedad de las máscaras para las liturgias en interiores y decidieron un límite de asistencia del 50% del aforo de una iglesia
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