MONCTON, N.B. - Cualquier persona de 12 años o más que asista a una reunión en las iglesias católicas, rectorías o centros comunitarios bajo la responsabilidad de la Arquidiócesis de Moncton debe presentar una prueba de que está totalmente vacunada, anunció el viernes la arquidiócesis.
La nueva política se aplica a todas las celebraciones religiosas, misas dominicales y entre semana, bautizos, bodas y funerales, reuniones parroquiales y pastorales, catequesis y reuniones sociales.
El anuncio de la archidiócesis se produce a raíz de las nuevas normas del gobierno provincial que entrarán en vigor el martes y que exigen una prueba de vacunación para acceder a ciertos eventos, servicios y negocios. Menos de 50 personas han muerto a causa del COVID-19 en la provincia de New Brunswick desde que comenzó la pandemia, según las estadísticas del gobierno.
El arzobispo dijo que se espera que haya voluntarios en las puertas de las iglesias para pedir a los asistentes una prueba completa de vacunación y recoger sus nombres. Esta lista puede volver a utilizarse cada domingo para evitar que se pida repetidamente la prueba de vacunación a los visitantes que repiten.
"Esta lista puede ser solicitada eventualmente por el gobierno", señaló el arzobispo.
Las normas se aplican a todos los presentes, excepto a los menores de 12 años que no pueden ser vacunados.
Los empleados de la parroquia que no se vacunen deberán llevar una mascarilla en todo momento y someterse periódicamente a la prueba COVID. A cualquier visitante de la oficina parroquial se le puede pedir que lleve una máscara si no está vacunado.
Un proyecto de ley provincial para eliminar las exenciones religiosas y filosóficas de la vacunación obligatoria de los escolares fracasó por poco el año pasado y podría volver a presentarse.
La Congregación para la Doctrina de la Fe dijo que "la vacunación no es, por regla general, una obligación moral" y por lo tanto "debe ser voluntaria". En su nota de diciembre de 2020, dijo que la moralidad de la vacunación depende tanto del deber de perseguir el bien común como del deber de proteger la propia salud, y que "en ausencia de otros medios para detener o incluso prevenir la epidemia, el bien común puede recomendar la vacunación."