Bergoglio exige el pase vacunal para entrar en el Vaticano



El Vaticano exige el pase de la vacuna a los visitantes y empleados

Según la nueva orden, los católicos que asistan a las celebraciones litúrgicas en el Vaticano serán una excepción a la regla de la vacuna. Se permitirá a las personas acceder a una liturgia "durante el tiempo estrictamente necesario para el desarrollo del rito", siguiendo también las normas de distanciamiento y enmascaramiento. (NT: o sea que a cada persona se le preguntará si va a ir a misa o simplemente a hacer turismo)

CIUDAD DEL VATICANO - El Vaticano exigirá a todos los visitantes y al personal que muestren un pase COVID-19 que demuestre que han sido vacunados, que se han recuperado del coronavirus o que han dado negativo en las pruebas de la enfermedad para poder entrar en la ciudad estado a partir del 1 de octubre.

Para entrar en el territorio del Vaticano, los turistas y otros visitantes, empleados y funcionarios deberán mostrar un certificado Covid digital o en papel expedido por el Vaticano o por otro país, según una ordenanza publicada el 20 de septiembre

El presidente del Estado de la Ciudad del Vaticano, el cardenal Giuseppe Bertello, emitió la ordenanza a petición del Papa Francisco, quien pidió "tomar todas las medidas apropiadas para prevenir, controlar y combatir la emergencia de salud pública en curso en el Estado de la Ciudad del Vaticano."

Según la nueva orden, los católicos que asistan a las celebraciones litúrgicas en el Vaticano serán una excepción a la regla de la vacuna. Se permitirá el acceso a la liturgia "durante el tiempo estrictamente necesario para el desarrollo del rito", siguiendo también las normas de distanciamiento y enmascaramiento.  

El pasaporte vacunal italiano, llamado "pase verde", exige una prueba de vacunación contra el COVID-19, una prueba de recuperación del COVID-19 en los seis meses anteriores o una prueba de una prueba reciente de COVID-19 negativa.

El 17 de septiembre, el gobierno italiano aprobó la ampliación del Pase Verde, que será obligatorio en todos los centros de trabajo públicos y privados a partir del 15 de octubre. 

Los empleados que no tengan el pase podrán ser suspendidos sin sueldo o ser obligados a pagar una multa de hasta unos 1.800 dólares.

Desde el 1 de agosto, Italia exige el pase de vacunación para entrar en determinados lugares cerrados, como restaurantes y museos, y en septiembre el pase también se hizo necesario para viajar dentro del país. El pase de vacunación ya se exigía en algunos lugares de trabajo, como hospitales y escuelas.

La ordenanza que obliga a la vacunación contra el COVID-19 a los visitantes y empleados del Estado de la Ciudad del Vaticano se firmó el 18 de septiembre, un día después de que el gobierno italiano ampliara el mandato de vacunación a los sectores público y privado. 

Los gendarmes del Vaticano se encargarán de comprobar los pases de vacunación en las entradas al territorio vaticano, según la ordenanza.

La orden dice que el Papa Francisco, en una reunión del 7 de septiembre con el Presidente de la Ciudad del Vaticano, Bertello, "afirmó que es necesario garantizar la salud y el bienestar de la Comunidad de trabajo en el respeto de la dignidad, los derechos y la libertad fundamental de cada miembro."

Las normas para entrar en la Basílica de San Pedro incluyen el uso de una mascarilla COVID-19, mantener la distancia física con los demás y llevar ropa adecuada. 

A partir del 1 de octubre, será necesario tener el Pase Verde para entrar en la Basílica de San Pedro como turista. 

En Italia, muchas iglesias históricas católicas que cobran a los turistas por entrar ya exigían la Tarjeta Verde.

Desde agosto, se exige una prueba de vacunación contra el coronavirus o una prueba COVID-19 negativa a los turistas que deseen visitar el Duomo de Florencia, la Basílica de San Marcos de Venecia y muchas de las catedrales católicas más famosas de Italia.

Entre los cientos de iglesias de Roma, sólo el Panteón ha exigido el Pase Verde a los turistas. Y el Panteón, que se transformó en la Basílica de Santa María ad Martyres en el siglo VII, no exige el pase para entrar a sus misas.


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