Comentario del Hno. Alexis Bugnolo-
Desde 1953, el Gobierno de los Estados Unidos ha estado involucrado en una guerra doctrinal contra la Iglesia Católica, con el objetivo de hacer que la fe católica parezca primitiva, cruel, fuente de perversión e inmoralidad, mientras intenta que Estados Unidos aparezca como ilustrado, civilizado y humano.
Como agente del globalismo, Bergoglio fue instalado en el Vaticano, después del golpe de estado de 2013 que echó al Papa Benedicto XVI. Aunque colaboró estrechamente con el gobierno fascista de Argentina, apoyado por la CIA, hasta el punto de denunciar a sus propios compañeros jesuitas -que fueron torturados durante meses como resultado-,juega al tirano sanitario marxista en el Vaticano para aumentar lo más posible el odio y el desprecio de la fe católica en todas partes, pero especialmente entre sus bases.
La última payasada de exigir a todo el mundo la `vacuna´ y no permitir a nadie dentro de la Ciudad Estado sin el pase sanitario es un ejemplo eminente de este programa de guerra doctrinal. El Vaticano debe, tal y como pide la CIA, ser purgado de todo aquel que tenga conciencia católica, para que las fuerzas del Anticristo puedan ganar el control de esta pequeña jurisdicción y convertir su función -de promover la causa del Rey de Reyes, Jesucristo, a la del simio de los simios, el Anticristo-.
Sólo la verdad puede salvar a la Iglesia Católica, y en particular la verdad de que Benedicto XVI nunca renunció al papado, sino que sólo renunció al ministerio. Todas las cabezas parlantes católicas que se niegan a reconocerlo deben ser presumidas como parte del programa de guerra doctrinal del Gobierno de los Estados Unidos contra el Reino de Jesucristo en la tierra.